El presentador desvía la atención ante el aumento generalizado de las críticas
Antonio García Ferreras es el jefe de informativos en La Sexta. Pero su cara va asociada siempre a Al rojo vivo. El periodista siempre ha sido progresista y de marcado carácter de izquierdas. Pero durante el confinamiento, su radical defensa al Gobierno trajo muchísimos quebraderos de cabeza a un Ferreras que comienza a perder adeptos.
Porque Ferreras se define como un periodista de autor. Progresista y nada objetivo. Pero va mucho más allá. Defiende que ningún periodista es objetivo. Se tiene una idea y se ataca a la información en base a esos ideales. De ahí que en La Sexta y Al rojo vivo todo sea claramente de izquierdas.
Ferreras en problemas
Sin embargo, Ferreras ya no convence ni a la propia izquierda. Sus amistades con Florentino Pérez o Eduardo Inda, sus presencias en palcos ya sea en el fútbol o baloncesto y su persecución a Podemos, ha hecho que en la propia izquierda muchos le repudien.
Le consideran derechoso. Fascista. No se cree nadie por mucho que defienda un discurso progresista que realmente piense así. Porque cada vez tiene más poder, está mejor rodeado y se deja ver en restaurantes caros con personas cada vez más influyentes.
La Sexta Clave para desviar la atención
Ante esta pérdida constante de credibilidad en el sector de la izquierda, el mandamás de informativos en La Sexta, ha tenido una idea brillante. Lanzar un nuevo espacio, sin su presencia en cámara, donde poder arrojar esas ideas que ya no calan viniendo del propio Ferreras.
Hablamos de La Sexta Clave, un informativo novedoso que ha arrancado esta semana en La Sexta. De lunes a viernes, a partir de las 20:55 y presentado por una cara nueva: Roberto Blázquez. Sin embargo, las ideas y la mente pensante en este nuevo proyecto, también proceden de Ferreras. Una alternativa diferente para que no se hable tanto de Al rojo vivo.