Cristina Gallego analiza una de las noticias más importantes del momento al mejor estilo de Wednesday Addams
Cristina Gallego, la conocida actriz y humorista, hizo nuevamente de las suyas en el programa El Intermedio al caracterizarse como Miércoles Addams para hablar de la exhumación de José Antonio Primo de Rivera en el Valle de los Caídos. Sin embargo, lo que llamó su atención no fue el proceso en sí, sino la presencia de un grupo de falangistas que asistieron al lugar con cánticos y gritos fascistas.
Ante esta situación, Gallego decidió actuar como lo que es, una humorista. Dirigiéndose a los falangistas, les recordó que sus cánticos y gritos están prohibidos y les recomendó mejorar su coreografía antes de bailar. Pero no se limitó a dar consejos verbales, sino que también les mostró cómo bailar la famosa coreografía de Miércoles Addams, moviendo más de un brazo.
El intermedio humor como herramienta de crítica social y política a los falangistas en la exhumación de Primo de Rivera
La utilización del humor como forma de denuncia del fascismo no es nueva. Desde la época de la dictadura franquista, muchos artistas y cómicos utilizaron el humor como herramienta para criticar al régimen y denunciar sus abusos. Así mismo, con su caracterización como Miércoles Addams, Gallego ridiculizó a los falangistas y sus cánticos y gritos fascistas
En la actualidad, programas como El Intermedio continúan utilizando el humor como forma de denuncia del fascismo y otras formas de intolerancia. A través de secciones como “El Mundo Today” o “La Resistencia”, estos programas hacen una crítica social y política de manera divertida pero contundente.
La importancia de condenar el fascismo en la actualidad
La utilización del humor como herramienta de denuncia del fascismo puede parecer frívola o superficial, pero en realidad es una forma muy efectiva de llegar a un público amplio y concienciar sobre los peligros del fascismo y otras formas de intolerancia.
En conclusión, la parodia de El Intermedio que condena los cánticos fascistas en la exhumación de Primo de Rivera es un ejemplo más de cómo el humor puede utilizarse como herramienta de denuncia del fascismo y otras formas de intolerancia. En un momento en el que estas ideologías están resurgiendo, es más importante que nunca utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para combatirlas como forma de denuncia del fascismo.
