Lo que empezó como un reto entre amigos y cervezas, terminó con una gran oportunidad de amor para la mallorquina que nunca había visto el dating show ni sabía que existía un programa así en España
La anécdota de como llegó Mar al plató de First Dates es bastante curiosa y surrealista, al punto que varios aún no creen en esa versión. Y es que la mallorquina cuenta que se inscribió en el dating show como resultado de una noche de cervezas en las que unos amigos la retaron a hacerlo. Ella nunca pensó que la iban a llamar y un mes después de la inscripción sonó su teléfono.
“Un día cenando con dos amigos en Barcelona, los fundadores de Maricastaña, empezaron a bromear con la idea de apuntarme a First Dates. Así que siguiendo con la broma terminamos riendo y rellenando el formulario. Y en un mes me llamaron”. Luego, Mar se preguntó “¿Desde cuándo ve First Dates tanta gente?”
La broma de Mar en First Dates terminó en una agradable cita
Por las puertas del dating show entró Rodrigo, un uruguayo buena onda el cual se considera una persona muy observadora, aunque le gusta más escuchar. De hecho ha pensando en estudiar psicología ya que siente que la gente se abre con él fácilmente. Eso lo ha percibido Mar, quien se sintió muy bien atendida durante toda la velada.
Ella le comentó que es organizadora de eventos y que le encanta su trabajo. Le contó también que nunca ha tenido relaciones estables ya que prioriza su familia y amigos, aunque ya estaba cansada de no dedicarse un momento para ella en el plano sentimental. Rodrigo practicó su vocación de psicología y estuvo de acuerdo en que viniera a First Dates.
Rodrigo le hace una propuesta a Mar para cerrar con éxito su cita en First Dates
Cuando han tocado el tema sexual, el uruguayo le confesó a la mallorquina que había estado en una “sex-academy” donde aprendió “cosas fuera de los estándares de la normalidad”. Un tema del cual Mar se sintió bastante intrigada y del cual quería saber más. La velada iba viento en popa y solo faltaba hacer un buen cierre.
En el momento en que terminaron de cenar, Rodrigo le dijo que él invitaba en esta ocasión y que la para la próxima lo hiciese Mar. Sin embargo, el gesto tenía doble finalidad y era una forma de decir que quería una segunda cita con ella. Por suerte para el charrúa, la petición fue correspondida y la mallorquina también dijo sí a una segunda salida.