Algunas citas empiezan mal y terminan bien pero en este caso fue al revés ya que la primera impresión de ambos fue positiva pero cuando compartían puntos de vista se dieron cuenta que no eran el uno para el otro.
La cita entre Toñi y Kike inició de la mejor manera cuando se han visto por primera vez en First Dates y en la vida. Fue tanta la emoción de ambos que antes de empezar a cenar brindaron por una velada de ensueño. No obstante, con cada minuto que pasaba y con cada tema del que hablaban, la euforia pasaba a ser momentos incómodos.
En primer lugar, la madrileña le contó a Kike que vivía con su hija y su perro. Esto último no gustó mucho al comensal pues ya había tenido una experiencia aterradora. “Te mete un bocao y te arranca el brazo”. Lo otro en lo que no coincidieron fueron sus pasatiempos en el verano. A ella le encanta ir a Torrevieja pero a él no le gustan las aglomeraciones y prefiere tomar el sol desde la terraza de su casa. Los dos presentían una cita para el olvido en First Dates.
Toñi y Kike seguían chocando en todos los temas que hablaban en First Dates
La cara de ambos daba cuenta de lo mal que la estaban pasando, pero en el fondo tenían la esperanza de que la cita se recompusiera en algún punto de la noche. Sin embargo, las cosas iban de mal en peor. Uno de los hobbies más practicados por Toñi es la lectura pero en cambio Kike le parece súper aburridor.
En el ámbito deportivo, la mujer de 60 años dijo que es activamente física. “Yo voy a aquagym y estiramientos”. Como era de esperar, el madrileño dijo que no practicaba nada pues todo el deporte de su vida ya lo había hecho en la juventud. En conclusión, la cita no tenía cuerpo ni forma pero faltaba lo peor.
Y la cereza del pastel en la amarga cita de First Dates la puso Kike con un comentario bien facha
Como si la cita ya no fuese un desastre, a Kike le faltaba un acto más para sentenciar la cita al verdadero fracaso. Cuando ya habían acabado de cenar, el madrileño le hizo una pregunta capciosa a Toñi. “¿Eres feminista?” una interrogante que la comensal no terminaba de entender pero que al igual respondió positivamente.
Al escuchar la afirmación de Toñi, Kike no dudó en decirle “entonces pagas tú” refiriéndose a la cuenta del los platillos que habían degustado. Un gesto que no gustó para nada a la madrileña. No había razón para preguntar si querían una segunda cita, pero al igual expusieron sus razones del porqué no. El comensal justificó que su determinación se basó en que ella tenía una carga familiar y él estaba en busca de una mujer 100% disponible a su servicio. La comensal por su parte dijo que no quería a un hombre que carece de caballerosidad y busca a uno con otra mentalidad.
