El catalán aseguró que así como noquea a sus adversarios con golpes, lo hace con las mujeres por medio de sus encantos
Al restaurante de First Dates llegó Francisco, un boxeador aficionado que asegura que así como derriba a sus rivales en el cuadrilátero, lo hace con las mujeres por medio de su galanura. El catalán llegó con la convicción al 1000% de que tendría éxito en su cita, pues dice tener todo lo que una mujer promedio quiere en un hombre.
Pero no solo tenía el ego en las nubes en cuanto al arte de la seducción, también lo tiene en el deporte que práctica, asegurando que de haber llegado al profesionalismo, sería el Mohamed Ali español. “Algunos de los grandes boxeadores de nuestro país lo son porque han peleado alguna vez conmigo” dijo con toda la fe del mundo el comensal.
Además de declararse como el mejor boxeador aficionado de España, Francisco reveló un pequeño secreto en First Dates
El comensal no se guardó nada en su presentación, y además de describir su perfil de galán y seductor, también admitió que es infiel por naturaleza por la misma razón. El barcelonés dice que su carne es bastante débil, y de lo mismo que le llueven las mujeres, no se puede contener. “Mi última relación terminó cuando me sorprendieron con dos mujeres en la cama”.
El hombre dice que trabaja en ese problema, pero se le dificulta por que según él, su mirada deja a las mujeres en “K.O.” Sin embargo, el efecto no surtió efecto en Mireia, quien no más de ver su forma de ser, ya sabía como terminaría la cita. La comensal llegó a la barra, y Francisco no la dejó llegar cuando ya le estaba dando una vuelta para ver su cuerpo. Un detalle que no gustó ni 5 a la chica.
Desde el inicio Mireia sabía que la cita de First Dates no tendría éxito con el Boxeador
Ese pequeño detalle marcaría la velada de ahí en adelante. Mireia sabía que resultados positivos no iba a tener con Francisco, pero aún así decidió aprovechar su presencia en el restaurante. En la cena tocaron varios temas, mientras el boxeador en muchos intentos desesperados de utilizar su técnica de seducción, no lograba cautivar ni en un 10% a la comensal.
En la decisión final, Francisco reconoció que Mireia era todo lo que buscaba en una cita, y que le encantaría repetir la velada con resultados diferentes. Por su parte, la mujer reconoció que aunque no lo pasó mal, tampoco fue lo que ella esperaba. Al parecer el efecto seductor del boxeador, no surte efectos delante de las cámaras, o la comensal es inmune a sus encantos.
