Lo importante de saber pensar antes de hablar y no al revés
Todos sabemos que las palabras en las citas de First Dates tienen poder, o si no preguntémosle a María como le fue en su velada. La chica llegó entusiasmada por conocer a alguien con quien compaginar y pasar ratos agradables fuera de la soltería. Lo bueno es que al ver a Rubén le entró por los ojos de inmediato.
Por su parte el hombre también demostró que María le atrajo físicamente y la cita tuvo un comienzo de maravilla. Cuando pasaron a la mesa y empezaron a hablar de sus gustos, pasatiempos, e historias del pasado, parecían tener una fluidez positiva. Sin embargo hubo un detalle por parte del comensal, que fue arruinando la velada.
Los gustos sucios de Rubén destruyeron la cita con María en First Dates
Antes de que el hombre arruinara la cita con su confesión en fuera de lugar, los dos hablaron del horóscopo ya que ambos creen en la astrología. Ella dijo ser acuario, algo que no le gustó al chico, ya que este es virgo y según él, los dos signos chocan. No obstante, esto no fue lo que empeoró la situación sino fue lo que vino después.
“¿Entro físicamente dentro de lo que a ti te gusta?” preguntó Rubén y María contestó afirmativamente, ya que se vio que la mujer hizo gestos agradables cuando le vio. Es aquí donde el hombre botó la cita por la borda. “Yo pedí que mi pareja tuviera las tetas grandes y puede ser descarado, pero es como que las tienes, ¿sabes?”. Adiós a la cita.
Tras los intentos de Rubén por salvar la cita en First Dates, María sabía que ya era tarde
Luego del polémico comentario del comensal, la chica se sintió decepcionada puesto que veía futuro con él en una relación. “Ya he visto qué tipo de chico es. Me cae muy bien, como amigo le tendría, pero como una pareja no. Si al de diez minutos me dice lo de los pechos, next”. El chico sabía que había metido la pata y por ello quiso compensar su error. “¿Te quedas luego?”, ella respondió negativamente. “Yo me voy para casa que el tren no espera”.
Después del malentendido, ambos llegaron al momento decisivo para saber si habría una segunda cita o no. Rubén sabía que había tenido un error grosero, y quiso enmendarlo diciendo que lo que había dicho no lo dijo con doble sentido ni tono despectivo. La chica no lo vio así y determinó que no tendría una segunda cita con él. “Una segunda cita como pareja no tendría. No he sentido lo que tenía que sentir” sentenció María.