El concursante llegó a tener todos los aciertos a su alcance pero un fallo in extremeis causó de impedimento en el programa
No hay dudas; Nacho Mangut ha encontrado un exigente rival en la edición renovada de Pasapalabra, Pablo Díaz, quien pese a ser un viejo conocido del concurso, no ha sido hasta ahora cuando nos hemos percatado de su gran portento a la hora de maquinar y acertar palabras en busca del bote, junto al mismo Nacho.
Con todo, Nacho ha dejado de ser el claro favorito para que ahora ambos tengan la oportunidad más buscada en la pelea de cada tarde por llevar a casa el codiciado premio del programa, presentado por Roberto Leal. Y esta vez nos llevamos una sorpresa junto al concursante a la hora de hacer su participación en la prueba de El Rosco.
El aspirante estuvo más cerca que nunca de conseguir el bote de Pasapalabra
Así que los espectadores de Pasapalabra volvimos a caer asombrados ante la facilidad de palabra de los dos aspirantes al bote, que ya se acerca a los 480.000 euros, y por el que, en esta ocasión, los concursantes hicieron de las suyas para deleitarnos de la mejor forma en una última prueba muy reñida.
En ella, Pablo volvió a hacer planta de sus grandes dotes y buscó de todas las maneras posibles el que pudiera hacerse con el mayor número de aciertos de una sola atacada, como ocurrió d enuevo, ante la imagen nerviosa de Nacho, que veía de cerca que esta vez sí podía hacerse con el premio.
Un esfuerzo monstruoso del de Tenerife para situarse con su mejor ocasión ante las menos palabras. Fue lo que hizo desde la letra N hasta la S, dio de un solo golpe siete aciertos para encaminar lo antes posible la segunda vuelta, y lo cierto es que esta vez Pablo las tenía todas consigo para materializar El Rosco al completo.
El inesperado fallo le impidió ganar el bote que tenía en su mano
Y es que Pablo, una vez consiguió completar la primera vuelta, se quedó con solo tres palabras por responder (o al menos intentarlo)… pero, de nuevo, la suerte no quiso que el aspirante se llevase el bote. O no esta vez, por lo que se tuvo que conformar con ser el ganador del duelo con Nacho.
Esto tuvo que ver con la letra G, donde Roberto Leal le preguntó por el apellido de una escritora, que son las preguntas más complicadas de todo El Rosco… y el concursante no supo defenderlo. Pero los nervios le jugaron una mala pasada, y cuando intentó decir la letra G… se adelantó y pensó que era la letra M. Un fallo estrepitoso que le dejó sin premio final.