El presentador ha cometido un error al dar por buena una respuesta incorrecta, alentando los rumores sobre su favoritismo en el programa
En mitad de la polémica por los favoritismos de Roberto Leal en Pasapalabra, el presentador ha cometido un fallo. Un fallo que habría favorecido a Pablo, puesto que ha dado por válida una respuesta incorrecta en una de las pruebas del programa. Algo que ha intentado solucionar rápidamente.
Pasapalabra es un programa que necesita mucha agilidad mental del presentador, puesto que rápidamente tiene que dar por válidas las respuestas y pasar a la siguiente pregunta. Durante estos primeros meses, Roberto Leal no ha cometido ninguno, pero ahora ha cometido el primer error.
Los espectadores acusan a Roberto Leal de favorecer a Luis
Ahora, el error ha surgido cuando Roberto Leal ha sido criticado por los espectadores por favorecer a Luis. Una conclusión a la que han llegado los seguidores del concurso televisivo fijándose en pequeños detalles del presentador a la hora de hablar con ambos concursantes. Algo que ha desatado la polémica en redes sociales.
Tal y como ha reflejado un seguidor de Pasapalabra en redes sociales, el favoritismo de Roberto Leal por Luis es descarado. Detalles como que Roberto Leal siempre pregunta a Luis por sus familiares. Algo que no ocurre con Pablo, con quien se muestra mucho más seco. Es por eso que los espectadores han pedido al presentador que sea más parcial durante el trascurso del programa.
El error de Roberto Leal con Pablo
Ahora, en una de las pruebas de Pasapalabra, Roberto Leal ha cometido un fallo, puesto que ha dado por válida una respuesta incorrecta. Algo que ha descolocado a Pablo, puesto que rápidamente el presentador se ha dado cuenta de su error y ha rectificado, dando paso al siguiente integrante del equipo.
Sin embargo, al no haber tiempo suficiente, el turno del equipo de Pablo terminó. Todo ha surgido porque Roberto Leal ha dado por válida la respuesta de Taylor Swift, cuando la opción correcta era Stan Lee. No obstante, todo ha quedado en una anécdota, puesto que ninguno ha dado importancia al error.