El público es soberano siempre y en el caso del concurso más mediático de la televisión ya comienza provocar quejas repetidas por su forma de hacer las cosas: muchos amenazan con dejar de seguir el programa
Llevamos varios días explicando que Pasapalabra parece tener un plan preparado para Orestes y Rafa. Al menos es lo que se interpreta viendo el tipo de preguntas que hay en El Rosco final. Y es que cada vez que Orestes o Rafa se acercan al bote… hay un hecho recurrente. Aparecen preguntas del todo imposibles.
Ya sucedió la pasada semana y se volvió a repetir este lunes. Orestes Barbero recuperó su mejor versión y tras completar 23 aciertos sin fallo, se quedó a dos de completar El Rosco de Pasapalabra. Pero ahí entra el plan Pasapalabra. El programa tiende a dejar una o dos preguntas con nombres propios, que no vienen en el diccionario y que requieren controlar absolutamente cualquier tema y momento histórico.
El Plan de pasapalabra: 23 preguntas sencillas y 2 imposibles
Es evidente que nadie, por mucho que se prepare y estudie, puede llegar a controlar los nombres y apellidos de todos los personajes que en algún momento de la historia fueron relevante en algún tema concreto. Muchos espectadores creen que es una estrategia de la dirección del programa.
Los nombres propios suelen copar las famosas preguntas cerrojo de Pasapalabra. No hay más que pasearse por las redes sociales para leer a espectadores realmente enfadados con el concurso. Incluso, los más conspiranoicos, creen que el presentador de Pasapalabra Roberto Leal tiene en su poder la capacidad para endurecer El Rosco cuando parece que va a ganar alguno de los concursantes.
Orestes gana pero vuelve a chocar con el gran muro de Pasapalabra
No se explica que siempre que queda una palabra para completar las 25 de Pasapalabra sale un nombre propio absolutamente imposible de adivinar. Es como si desde el programa de Atresmedia se asegurasen de que tampoco se gana el bote ese día. Como si lo pudieran hacer a la carta.
Pero es que lo que ha ocurrido este lunes ya ha sido la gota que ha colmado el vaso. Orestes tuvo 23 palabras sencillas, para casi cualquier concursante. Y quedaban muchos segundos. Sin embargo, las dos restantes fueron imposibles de resolver. Es decir, nueva victoria de Orestes sin bote. Un día más, Pasapalabra acomete su plan.
