Un seguidor del programa de La Sexta ha comentado en redes sociales la ruin artimaña del restaurante Lolailo para atraer clientes
La Sexta es una de las cadenas más polémicas de la televisión. De hecho, todos sus presentadores están en entredicho constantemente, pero hay uno que siempre cuenta con el beneplácito de los espectadores. Se trata de Alberto Chicote, quien ha conseguido un gran éxito con Pesadilla en la cocina.
El programa de La Sexta es de sobra conocido. Alberto Chicote, absoluto protagonista del show, se desplaza hasta un restaurante que está viviendo una situación muy delicada por el mal servicio que ofrece a los clientes. Es por eso que el reconocido chef se ofrece para tender la mano y ayudarles a salir de la situación.
Chicote la lía en Pesadilla en la cocina
Después de tantos años en emisión, se ha convertido en algo habitual ver a Alberto Chicote pelearse con los gerentes y empleados de restaurantes de toda España. Y es que el carácter del chef, unido a las pocas ganas de colaborar de los trabajadores de los restaurantes, son una bomba que acaba estallando.
Es justamente eso lo que ha conquistado a la audiencia, que sigue fiel a Alberto Chicote y Pesadilla en la cocina a pesar de que el programa lleva un largo periodo de tiempo emitiendo reposiciones. Sin embargo, son muchos los que siguen viendo el programa de La Sexta y siguen alucinando con las situaciones que vive Alberto Chicote.
Un espectador hace el trabajo de Chicote
El programa, a pesar de emitir reposiciones, es uno de los más comentados en redes sociales. Pero en esta ocasión, uno de los espectadores se ha encargado de hacer el trabajo sucio a Alberto Chicote, puesto que en Twitter ha cargado duramente contra el restaurante donde se encontraba el chef, el Lolailo.
El espectador ha comentado que uno de los problemas era que el restaurante ofrecía por pulpo algo que no era pulpo, por lo que estaban engañando a los clientes. Pero no solo eso, sino que también ha comentado que tratan de tontos a los clientes, puesto que lo venden a un precio mucho más bajo. Unas frases que bien podría haber dicho el propio Alberto Chicote.