La cita empezó de manera surrealista al punto que la presentadora no sabía ni como reaccionar. Luego el tema de los videojuegos empañó la velada al punto de hacer sentir muy incómodo al comensal.
Por ahí dicen que todo lo que empieza mal, termina mal, eso lo sabe muy bien nuestra presentadora de First Dates, la hermosa Elsa Anka. Sin embargo, hay cosas donde la cosa empieza accidentada pero se logra recomponer y finaliza bien. Este no fue el caso y lo que empezó como una cita surrealista terminó siendo un desastre.
Para iniciar, nuestra presentadora y en ocasiones camarera estrella, se hizo en la entrada para esperar al chico, como ya es costumbre. En su llegada al restaurante, Jota dejó con los brazos abiertos a Elsa para seguir de largo y saludar a Lucía quien ya se hallaba en la barra. El gesto causó indignación en la audiencia, pero la comunicadora catalana es como los gatos, siempre cae parada.
El carisma de Elsa Anka la sacó del apuro en el que Jota la metió nada más al llegar a First Dates
No hay sensación más fea que saludar y que te dejen con los brazos abiertos. Aún así, la presentadora estrella de Cuatro supo salir del apuro de la manera más profesional y elegante. “¡No! No pasa nada, corazón. Eso es que tienes ganas de llegar a la barra”. Luego de superar este despiste del comensal, la cita empezó de manera normal.
En la mesa empezarona intercambiar algunos datos básicos de ambos, y fue en ese momento donde Jota reveló que es otaku y gamer. Así es, aficionado a los manga, anime, y videojuegos. Unos pasatiempos que no terminaron de encajar en Lucía. Aunque nunca lo comentó, los televidentes creen que la chica tuvo un novio con esos gustos y la relación no salió bien.
Lucía le hizo entender a Jota que no le gustan los otakus, sentenciando la cita en First Dates
Todo iba bien hasta que Jota manifestó. “Yo soy muy friki de todo, del anime… Soy otaku”. A partir de ahí la cita se partió en dos. “La red flag más grande de los otakus es que idealizan a dibujos animados y eso a mí me parece muy raro. Hay veces que basan su personalidad en esos dibujos y eso me angustia” decía con algo de fastidio la comensal.
Desde ahí, el madrileño sabía que la cita estaba destinada al fracaso, pero algo en su interior le decía que debía seguir insistiendo. Fue cuando cometió su segundo error, revelar que es gamer. Jota le contó a Lucía que es fanático de LOL (League of Legends) a lo que la chica también le mandó el zasca. “De ahí solo conozco historias malas de gente, que dejan de hacer planes por jugar a ‘LOL’”. Sobra decir que ninguno de los dos quiso quedar para una segunda cita.
