Dani Mateo inició el programa hablando de que se necesita para vivir feliz
El programa de televisión español, Zapeando, siempre ha tenido un buen rating gracias a su auténtico contenido. Además, porque en su último episodio, Dani Mateo inició el programa con la pregunta: “¿Cuál es el sueldo anual que creéis que hace falta para ser feliz?”, y como era de esperar Cristina Pedroche ha participado en la polémica.
Al lado de ella también participaron Lorena Castell, Miki Nadal y Quique Peinado se han ‘mojado’ y han explicado sus diferentes opiniones. “El sueldo me daría igual, me conformaría con muy poco, si te exime de trabajar el resto de tu vida. La felicidad es no trabajar”, ha destacado Quique Peinado.
El sueldo del que habla Cristina Pedroche para vivir tranquilamente en su país
Cristina Pedroche y Lorena Castell, por su parte, han mostrado una postura bastante similar en cuanto al sueldo. Creen que la cantidad perfecta es, después de pagar los gastos fijos y básicos, “tener para caprichos y ahorrar un poco”. “El sueldo debería cubrir las necesidades básicas, y un poquito más. No hace falta que sean 20.000 euros. Con mil eurillos más al mes”, ha explicado Pedroche.
Por otro lado, Castell ha apuntado: “Mil euros para gastos superfluos”. “Pero, ¿qué tontería es esa? Eso es muy poco”, ha dicho Miki Nadal, que considera que “en España, para ser totalmente feliz y estar despreocupado, hacen falta unos 6.000 euros netos al mes”. Una cifra realmente considerable.
Miki Nadal fue la persona que más participó de la polémica pregunta
Aunque Miki Nadal también dice: “Hay un momento en el que ya no necesitas más dinero para ser feliz porque ya lo tienes todo cubierto. Con 2.000 euros al mes puedes ser muy feliz pero te faltan cosas”. Sin duda, los televidentes han quedado un poco sorprendidos con la polémica.
Por último, el presentador de Zapeando, Dani Mateo ha señalado con un poco de autoridad lo siguiente: “uno se puede ser feliz con muy poco” si se parte de la base de que “rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita”. Estas palabras resultaron ser de gran consuelo para los demás invitados.
