El espacio de la popular presentadora recurrió a la herramienta del riesgómetro y consigue captar la atención de los espectadores
La tercera ola del covid-19 está haciendo que las hospitalizaciones y los ingresos en UCI hayan aumentado más de un 20%, y para ello, El Objetivo de Ana Pastor ha decidido realizar un nuevo espacio dentro del mismo programa para alertar a los ciudadanos del riesgo que podemos cometer en una situación un otra.
Catalogado como el riesgómetro, Ana Pastor y su El Objetivo quiso mostrar a los espectadores esto domingo cuánto riesgo supone realizar según qué actividades en plena pandemia y si es fácil contagiarse del covid-19 mientras se realizan o no este tipo de actividades.
El riesgómetro en El Objetivo de Ana Pastor para conocer cuánto riesgo supone realizar según qué actividades
Para ello, el programa por Ana Pastor en La Sexta contó con una serie de expertos. “Comer en una terraza supone un riesgo moderado ya que el 90% de las personas que se sientan a comer en una terraza se quitan la mascarilla”, comentó uno de los expertos.
Es por ello que algo que tendría que ser un riesgo bajo se convierto en más “peligroso” de lo esperado. Esto no tenía más inclusión que entrar de lleno en un aumento de audiencia. Y parece que para Ana Pastor y El Objetivo les ha funcionado de sobremanera.
El alto riesgo de comer en una terraza explicado por El Objetivo de Ana Pastor
Por ejemplo, comer sin mascarilla y hablar a la vez hace que la capacidad de aerosoles pueda llegar a aumentar hasta 100 veces más, dependiendo del portador. A ello se suma el hecho de tener que hablar más alto que en interiores, por lo que se emiten más gotículas. “Los dueños de las terrazas intentan hacerlas lo más confortables posibles, entonces casi las cierran”.
“Cuanto más cerrado es el ambiente, más riesgo hay”, recalcó otro de los expertos. Al mismo tiempo, los protagonistas de la entrega fueron también Errejón y Margallo, que como es habitual en el formato, se recurrió a la Hemeroteca para descubrir a otros rostros españoles que utilizaran el “populismo” para hacer política. Jesús Gil y José María Ruiz Mateos fueron los señalados como los que podrían haber sido unos “Trump españoles”.
