Carlos Adán, ganador de un bote de 318.000 euros, ha hablado sobre los secretos de la prueba final y sobre las palabras cerrojo que hacen crecer el premio
El gran secreto del Rosco de Pasapalabra ha sido revelado. El encargado de hacerlo ha sido uno de los pocos concursantes que ha sido capaz de resolver con éxito las 25 preguntas de la prueba final. Se trata de Carlos Adán, quien consiguió esta hazaña en el año 2017, por entonces en Telecicno, tras varios años intentándolo sin éxito.
El exconcursante cuenta con una gran trayectoria en concursos de televisión, que es una de sus grandes pasiones. Ha estado en Pasapalabra en varias ocasiones hasta que, al fin, pudo conseguir el bote de 318.000 euros. Un bote que consiguió en su segunda etapa tras apenas siete días en el concurso.
Carlos Adán habla sobre los secretos de Pasapalabra
El exconcursante es una de las voces autorizadas para hablar sobre los secretos de Pasapalabra. Una de las dudas de los espectadores es si el Rosco, cuanto más alto es el bote, más difícil de resolver es. Algo que no es así para Carlos Adán, puesto que ahora la dificultad es muy grande desde el primer programa.
Es por eso que ha declarado que siempre hay dos o tres preguntas en cada Rosco muy complicadas. No obstante, ha declarado que antes era mucho más sencillo, puesto que había rachas en las que las preguntas no eran tan difíciles. Pero ahora, en esta nueva etapa, hay cosas que han cambiado en Pasapalabra.
Las palabras cerrojo de Pasapalabra
Asimismo, Carlos Adán ha declarado que al programa de Antena 3 le interesa que el bote sea el mayor posible, puesto que de esta forma también subirá la audiencia. Es por eso que ha hablado sobre las palabras cerrojo, las cuales son muy difíciles de saber y que están colocadas para imposibilitar la resolución del Rosco de Pasapalabra.
Se tratan de palabras que, en la mayoría de caso, nunca han salido en Pasapalabra. Pero no solo eso, sino que también son palabras imposibles de estudiar como por ejemplo el nombre de un escritor totalmente desconocido. Algo que, según Carlos Adán, ahora le ha ocurrido a Pablo y a Nacho.