El chef es muy diferente al que vemos en pantalla
La octava temporada de Pesadilla en la cocina volverá a contar con Alberto Chicote como gran estrella. El chef volverá a asumir el rol de líder a la hora de intentar salvar a los restaurantes que visitará de la quiebra. Para ello, tendrá que adoptar una determinada actitud, la cual es perfecta para el mundo televisivo, pues genera gran controversia con los empleados y a la vez maravilla a los fans.
Sin embargo, por lo que podemos conocer al chef de lo que vemos en redes sociales, es alguien totalmente diferente. Pero en pantalla nunca vemos esta faceta de Chicote, de modo que muchos lo ven como ese chef engreído y chulesco que vemos en Pesadilla en la cocina. Una imagen que no es del toda cierta.
El objetivo principal de Chicote en Pesadilla en la cocina
Como sabemos, el objetivo de Chicote con Pesadilla en la cocina no es otro que ayudar a restaurantes en una situación muy delicada a reconducir el rumbo. Como sabemos después de varias temporadas, esto es prácticamente imposible de conseguir, pues los problemas han traspasado lo profesional. Pero en esta temporada ya tenemos pruebas de que algunos restaurantes han salido adelante.
En esta nueva temporada, el resultado inmediato en algunos restaurantes ha sido que las valoraciones que ha recibido en Google han mejorado notablemente, teniendo muchos de ellos más de 4 estrellas. No obstante, aún siguen existiendo comentarios muy negativos, de modo que hay ciertos aspectos que tienen que mejorar.
La cara oculta de Alberto Chicote
Pese a los buenos resultados que está consiguiendo la octava temporada de Pesadilla en la cocina, hay algo que nos ha llamado aún más la atención. Y es que el chef, a través de sus redes sociales, ha asegurado que los culpables de este éxito son los trabajadores del restaurante y no él ni su equipo.
Esto ha llamado la atención de muchos, pues no están acostumbrados a ver al auténtico Chicote, pues siempre vemos en pantalla al chef chulesco y engreído que solo parece buscar conflicto. Pero por lo que deja ver en redes sociales, es una persona normal, con aficiones normales y con un profundo amor por la cocina. Sin embargo, no hay ni rastro de la cara negativa que muestra en Pesadilla en la cocina.
