La presentadora más pragmática de La Sexta sabe que puede haber llegado su momento
Malos tiempos para Antonio García Ferreras. Tras una época muy convulsa, en la pandemia, en la que altos directivos de La Sexta comenzaron a pensar en su relevo, nada mejora. Siguen los haters de ambos lados, derecha e izquierda, perpetrando críticas hacia el periodista. Y Cristina Pardo sabe que puede haber llegado el momento de asaltar Al rojo vivo.
Antes de la pandemia la situación era muy clara. Ferreras, que él mismo se definía como progresista, machacaba a la derecha y apoyaba a la izquierda. Los de derechas le odiaban. La izquierda le tenía en palmitas. Tras la pandemia, la situación cambió. Porque Ferreras estaba colgado del Gobierno, pero criticaba ferozmente a Unidas Podemos.
Ferreras cada vez más presionado en Al rojo vivo
En el sector más extremo de la izquierda comenzaron a ver a Ferreras como un capitalista, un pez gordo que tiene amistades hasta en el infierno. Eduardo Inda, Florentino Pérez… una situación que ha llegado a la cúspide esta semana, al saber de la famosa comida entre Ferreras, Florentino y la fiscal general del Estado Dolores Delgado.
Las críticas en un primer término vienen del rol de Ferreras en una reunión de lo más turbia. El presentador de La Sexta quería ayudar a Florentino a lavar sus problemas con la Justicia. Pero todavía se ha complicado más el asunto al dar Florentino positivo en coronavirus.
Cristina Pardo lista para saltar a Al rojo vivo
Porque lo normal era que Ferreras se confinara. Sin embargo, este martes, tras conocerse la noticia, Ferreras viajó a Barcelona a entrevistar a Oriol Junqueras, uno de los más convencidos independentistas catalanes. La irresponsabilidad de Ferreras en materia de salud, unido al altavoz que supone Al rojo vivo para el independentismo, ha terminado por cabrear a todo el mundo.
De ahí que directivos de La Sexta estén de nuevo con la mente puesta en relevar a Ferreras. Y en ese contexto, Cristina Pardo aparece como candidata más clara a presentar Al rojo vivo. Porque es la más discreta a la hora de opinar. Pero igual de agresiva entrevistando. Se posiciona lo mismo con Ferreras que con Pablo Motos o Vicente Vallés. Eso le da mayor credibilidad.
