El programa presentado por Jorge Fernandez acaba con el llanto de una de sus participantes después de conseguir una gran cantidad de dinero
La Ruleta de la Suerte, uno de los programas más vistos de Antena 3, que se emite cada mediodía encabezado por el presentador Jorge Fernández, ha protagonizado otro momento sorprendente gracias a una concursante. Dicho personaje, llamado Conchi ha acabado entre lágrimas puesto que no se creía la suerte que acababa de tener en uno de los paneles.
Aunque sin duda no ha sido de los momentos más locos que ha tenido que presentar Jorge Fernández, puesto que la pedida de mano le roba la primera posición a todos. Así quiso sorprender un concursante a su novia que se encontraba en casa, cuando de repente miró a la cama para dedicarle unas palabras, donde seguidamente le pidió matrimonio.
Participante de Antena 3 consigue llevarse el bote antes de marcharse a casa
Una concursante de La Ruleta de la Suerte ha dejado sin palabras a Jorge Fernández tras comenzar a llorar. Todo ello debido a la gran cantidad de dinero que se ha podido llevar durante el panel de bote del programa de Antena 3, donde se acumulaba una cantidad de 1450 euros. Teniendo en cuenta que hasta el momento no había conseguido ni un euro.
Este suceso se suele dar con más frecuencia de la que pensamos, puesto que cuando los concursantes no tienen nada que perder, arriesgan al máximo. Una práctica muy dada durante el último panel del programa, donde los concursantes optan a llevarse una gran cantidad de dinero gracias a lo que se acumula en la sección del famoso bote.
Rober a una palabra de llevarse el panel final del coche
Sin duda no podemos dejar atrás otro de los acontecimientos que dejó sin aire tanto al presentador del programa, como al público que se encontraba presente. Esta vez el protagonista fue Rober, el concursante que acumuló la mayor cantidad de dinero respecto a sus competidores. Para poder así acudir al panel final donde te puedes llevar el coche.
Fue en ese momento cuando todos comenzaron a tirarse de los pelos, puesto que mientras que el tiempo corría, al chico sólo le faltaba una palabra para llevarse el panel. Una gran desilusión para el chico quien ya veía sus ganancias aumentadas antes de marcharse en dirección a su casa. Aunque finalmente no pudo ser de esa forma.