El presentador lamentó que muchos crean que el coronavirus no fuese real y los más críticos amenzan con bociots contra su espacio
Iker Jiménez, el conocido periodista presentador de Cuarto Milenio, se ha topado con la llamada plandemia con un muro de estupidez, como así se ha querido referir, saliendo al paso de las acusaciones de traidor y los insultos que está recibiendo en los últimos días. Y es en esas que no ha dejado de mostrar su mejor cara ante los críticos.
“Como ven he intentado dialogar y argumentar con muchos de ustedes. Compruebo a mi pesar que no hay posible diálogo”, lamentó el popular presentador en Twitter antes de comenzar a hablar de esa llamada plandemia, un término que usan unos pocos usuarios en foros anónimos de internet donde aseguran que “el coronavirus no existe”.
El periodista se mostró muy crítico con aquellos que disfunden bulos del covid-19
A raíz de esto, el popular presentador publicó en sus redes sociales un texto en el que pedía que se tomaran en serio la pandemia y criticaba a todos aquellos que difunden inventos de este tipo, pese a que son muchos los que cada vez que pueden tiene la oportunidad de cerrarle el grifo, amenazando con bociots a su programa de Cuatro.
Y es que Iker Jiménez vivió en primera persona los estragos del covid-19 por lo que salió a desmentir a todos los que creen en la absurda teoría de la plandemia. “Anteayer murió por covid un conocido. 50 años. Sin patologías previas. Ahora me llamarán alarmista”, expuso en su perfil social, y continuó.
“He comprobado que el enigma sigue siendo por qué el covid-19 actúa como actúa. En muchos organismos no genera daños, en otros la gravedad es muy alta, y en algunos casos hay un abanico amplisimo de secuelas. Yo ya no sé cómo decirlo. Un poco de cuidado. Un poco. Por favor”, terminó de lamentar esta semana.
Acusan a Iker Jiménez de dar alas a teorías conspiranoicas
Tras esos comentarios, algunos creyentes de la conspiración de la plandemia comenzaron a descalificarlo en redes. E Iker Jiménez no quiso aguantar más y tuvo que responder: “No soy un traidor, no estoy a favor de Soros, Bildelberg ni la Masonería. Pero eso solo puede entenderlo el que ha visto mis programas y mi forma de ser durante 15 años”, presumió el presentador de Cuarto Milenio.
Pero ni el sincero texto ablandó a sus más furibundos críticos contra Jiménez, que acusaron a Iker Jimenez de haber dado alas a todas estas teorías conspiranoicas y de “morder la mano que te da de comer”, como saltaron algunos otros, pese al extenso hilo de explicación montado por Iker Jiménez.