El romance previamente trabajado y concretado en el dating show
Este episodio en First Dates es bastante curioso y muy particular ya que Nazaret y Christian no se conocieron en el dating show, aunque si se vieron cara a cara por primera vez. Resulta que ambos ya habían hablado por redes sociales y como es común, habían tonteado una que otra vez. De manera que al verse en persona, la chispa estalló.
Cuando la comensal entró y vio al hombre, no dudó en hacer cara de extrañeza pues ya se le hacía bastante familiar. Lo mismo sucedió con el chico tatuado que puso una sonrisa de oreja a oreja mientras que exclamaba “no lo puedo creer“. Sin más preámbulo, ambos aprovecharon para seguir conociéndose mucho más a fondo.
Nazaret no quiso perder tiempo y fue directo al grano con Christian en First Dates
Como ya habían hablado en redes sociales, lo de pasatiempos, gustos, aficiones, trabajos, estudios y todo eso de lo que hablan en la primera cita, sobró. Por ello más bien aprovecharon el tiempo y conversar sobre asuntos que ellos consideraban más importantes. Por ello la chica fue al grano. “Soy muy directa y muy clara. ¿Cómo eres en la cama?”
“En la cama me gusta todo. Todo tipo de cariño, pero me gusta ser un poquito duro” reconoció el comensal. Nazaret no quiso quedarse atrás y le exclamó. “Yo soy durilla. Ya te contaré, ya”. Ya en cámara la joven se sinceró. “El sexo para mí es muy importante, por lo menos significa un 80% al inicio de la relación. Quien diga lo contrario, miente. Soy muy salvaje, mucho. Demasiado. Soy tanto que me da vergüenza hasta decirlo. Yo busco una persona como yo, si no pues nada”.
El tema sexual abarcó toda la cita de First Dates entre Nazaret y Christian
Una vez se adentraron al tema sexual, no quisieron cambiar de tema. Ella le contaba que, “Leo mucho, mucho erotismo, “El libro ‘Cincuenta sombras de Grey’… bueno. La palabra que me define es sadomasoquismo. Soy muy Anastasia Steele y quiero en mi vida a un Christian Grey”. Esto cada vez subía más y más la adrenalina entre ambos, que no dudaron en pedir el privado rápidamente.
“¿Te gusta lo de untarte entera y que te lama todo el cuerpo? ¿O mejor untarme yo y que me lamas?” Ante la fogosidad del chico, a Nazaret le tocó colocar el freno de mano puesto que sentía que iban muy veloz. “No vayas tan rápido que te puedes chocar. Yo te comento cómo soy, otra cosa es que se practique, que eso ya se verá más adelante”. Como era de esperar ambos aceptaron tener una segunda cita y cerraron la cita con un apasionado beso.
