El chef de La Sexta tendrá que lidiar con Manuel, un hostelero chapado a la antigua que mantiene una tensa relación con los trabajadores
Magalia fue el restaurante protagonista del último programa de la temporada 8. Un restaurante que está liderado por Manuel, un hostelero que desde el primer momento confesó que era alguien chapado a la antigua. Chicote tuvo que lidiar con él durante el programa de Pesadilla en la cocina, pero se topó con muchos más problemas de los esperados. Y es que los trabajadores tenían una opinión muy clara sobre su jefe.
En su presentación, Manuel se confesó como un hostelero chapado a la antigua. Asimismo, culpaba a sus trabajadores de la mala situación del restaurante. Y es que considera que no son tan profesionales como a él le gustaría. Es por eso que no ha parado de cambiar de personal en los últimos años. Algo a lo que Chicote ha intentado ponerle solución en Pesadilla en la cocina.
Chicote enfrenta al peor jefe de la historia en Pesadilla en la cocina
A lo largo de la octava temporada, por no mencionar todos los episodios emitidos hasta la fecha de Pesadilla en la cocina, Chicote ha tenido que lidiar con todo tipo de jefes. De hecho, recientemente hemos conocido que el jefe de Leña y Carbón ha tenido problemas con la justicia. Algo que concuerda con el difícil carácter que vimos en el programa.
Ahora, y aunque el carácter de Manuel era fuerte, hemos visto como este no era el principal problema. El principal problema era su relación con los trabajadores, a quienes maltrataba y culpabilizaba de la situación de Magalia día tras día. Sin embargo, estos no podían alzar la voz porque no querían ser despedidos, pues la situación económica de ellos no era del todo buena.
El golpe de realidad de Pesadilla en la cocina a Manuel
Para intentar solucionar esta situación, Chicote decidió enfrentar al jefe de Magalia con la realidad. Sin que lo supieran, Manuel escuchó la opinión que tenían sus trabajadores sobre él. Una opinión que le hizo recapacitar y disculparse con ellos por su carácter. Pero no se quedó ahí la cosa, sino que en el último servicio mostró un importante cambio.
Con la ayuda de Chicote y Pesadilla en la cocina, Manuel reunió al equipo de Magalia cuando las cosas se comenzaron a torcer durante el servicio. Lo hizo como un auténtico líder, sin alzar la voz y ordenando de nuevo a su equipo de trabajo. De este modo, el programa de La Sexta ayudó a un nuevo restaurante a esquivar la quiebra, pues la otra opción que tenía Manuel era cerrar el negocio.