La comensal se enorgullece de sus fallas, y las toma como su tarjeta de presentación
Las puertas del restaurante de Cuatro se abren para recibir a Carmen, una mujer que decidió visitar First Dates, luego de terminar su matrimonio de 30 años. La enfermera almeriense cree que ya es tiempo de volver a darse una oportunidad en el amor, y viene con la esperanza de encontrar un hombre “elegante y educado”. Sin embargo se sorprenderá al ver a su cita.
En su presentación admitió que su personalidad es un tanto difícil, y siempre tiene en su mente lo que una vez le dijo su madre. “Ella siempre decía que soy insoportable, que nadie me iba a poder aguantar y eso siempre ha sido un estigma. Si lo decía mi madre será porque es verdad”. La comensal siguió a la barra, donde Matías Roure la esperaba con un coctel listo. La Mujer expresó “llevo todo el día pensando en el mojito y en vosotros dos”.
Carmen se llevó la primera estocada al ver a su cita entrar por el restaurante de First Dates
La alegría y emoción de la elmeriense se fue apenas llegó Alfonso al restaurante de Cuatro. Su descontento fue tanto que se fijo en todos los detalles, por más mínimos que fuesen. “Me esperaba a alguien más elegante. No se puede venir a una cita con los zapatos sucios”. La cara de decepción fue más que evidente, pero aún así decidió pasar a la mesa para comprobar que no había esperanza.
Ya sentados y disfrutando de la cena, las cosas no mejoraron, sino por el contrario. El hombre le comentó a su cita que tenía un hijo pero su relación con él era muy distante. Las razones eran por que su heredero era muy intolerable y eso no lo pasaba Alfonso. La mujer escuchaba pero en su mente lo juzgaba, su mirada lo decía todo.
La cita entre Carmen y Alfonso tenía un 1% de probabilidad de éxito en First Dates
El sentimiento de inconformidad y de una mala velada no solo fue para Carmen. El comensal también desveló que aún que físicamente le atraía la almeriense, no es suficiente para una segunda cita. “Encajas en lo que busco tanto físicamente como de personalidad, pero me ha faltado esa chispa para lanzarme”. Carmen tomó la respuesta como algo satisfactorio, pues no quería quedar como la mala de la cena.
En el turno de la mujer, ella recalcó que su respuesta también era negativa por varios aspectos. Sin embargo el que más le causó molestia fue el de la relación de Alfonso y el hijo. “No hemos tenido mucho tiempo, pero el suficiente para saber que no vamos a volver a quedar porque para mí lo fundamental es la familia y que no tengas relación con tu hijo no lo puedo entender” sentenció la enfermera.