La catalana venía buscando un hombre respetuoso, amable, sencillo, humilde, y sobre todo fiel, pero el dating show le puso un prospecto 100% contrario que la hizo pasar un mal rato.
First Dates conspiró en contra de Carla, al citarlo con un prototipo de hombre bastante diferente a lo que pidió en su presentación. En primer lugar, la catalana quería encontrar un hombre respetuoso, amable, sencillo, humilde, y lo más importante, que fuese fiel. Este último factor, fue en donde más enfatizó, ya que sus pasadas relaciones estuvieron marcadas por ese detalle.
En vez de complacerla con un chico medianamente parecido a los requisitos que pedía Carla, el dating show la emparejó con Adriá. Un leridano que presumía de su apariencia, y no le daba pena decir que se aprovechaba de su estatus económico para conseguir lo que quisiera. Pero el factor que partió la velada en dos, fue el hecho de que confesara haber tenido relaciones “con un tercio de la población en Lleida”.
Desde el momento que Adriá reconoció ser un picaflor, Carla sabía que había perdido su tiempo al ir a First Dates
Adriá seguía lanzando frases como. “Últimamente no hago otra cosa: salir, ligar y pasarlo bien”. “En Lleida me he acostado con un tercio de la población, podemos decir”. Y “un saludo a todas mis amigas, Guapísimas, todas las que os habéis acostado conmigo”. Este tipo de comportamiento era el típico que ni quería Carla en una relación.
Además de su personalidad engreída, el físico del chico tampoco le causó fascinación a la chica. Aunque al comensal si le produjo gusto, sobre todo el escote de ella. Esto lo animó a que empezaran a hablar de temas más íntimos, pero estaba claro que la catalana se sentía incómoda. La chica reconoció que durante toda la cita, Adriá se la pasó viendo su pecho.
Al parecer, Carla no será parte de esa cifra de mujeres con la que Adriá se ha acostado, así se lo ha dejado claro en First Dates
Si el catalán pensó que utilizando una estrategia basada en presumir el número de relaciones que ha tenido en su pueblo o en otra ciudad, iba a conquistar a su cita, se ha equivocado bastante. La chica de 18 años no cayó en esa trampa, y por el contrario, agradeció que el comensal se hubiese mostrado así para no haber tenido sorpresas más adelante.
Mientras tanto, Adriá se dejó llevar por su ego, y se arriesgó a decir que quería tener una segunda cita con Carla. Segundo error, ya que la chica lo aterrizó a su realidad, y le dijo que no lo veía ni como amigo. Unas palabras que hirieron el orgullo del galán, al punto de reconsiderar su decisión, y decir que él tampoco quería tener una segunda salida con ella.