La reacción del barman fue tan épica que ni Sobera se las creía
Un momento divertido y poco usual pasó en First Dates con el protagonismo de nuestro querido camarero y barman Matías Roure. El argentino se encontraba muy tranquilo mientras escuchaba la conversación entre Carlos Sobera y Alejandra, la comensal de hoy. La chica fue sincera desde el principio y desveló. “No voy a mentir, no voy a decir me gusta hacer deporte… ¡no! Me gusta mucho comer”.
Hasta ahí iba todo bien la cosa, pero lo realmente sorprendente que hizo que Matías soltara la copa que sostenía en sus manos, fue cuando la comensal dijo como le gustan los hombres. “Me gustan los feos” una afirmación que según el camarero y el presentador nadie se había atrevido a decir en el programa.
El presentador y el camarero de First Dates valoran el pensamiento de Alejandra
Para Sobera y Roure, la comensal es de esas mujeres que aparecen cada siglo. Su modo de ver la vida y su estereotipo acerca de la belleza, fue lo que más valoraron de Alejandra. “Me encanta que te gusten los feos, eso desnaturaliza la belleza” decía el presentador. El camarero por su parte decía. “Después de seis años seguimos sorprendiéndonos aquí, qué maravilla”.
El vasco le comentaba a la comensal “¿Le vas a preguntar si se considera feo?” mientras el barman se descocía de risa. En ese momento, Alejandro hizo su entrada triunfal y colocaba en tela de juicio la determinación y la mentalidad de la mujer. ¿Por qué? pues el hombre según Alejandra, era “superbello” pero aún así le quedó gustando. Algo que se debatía la mujer en su cabeza.
Alejandro puso en duda la teoría de la comensal en First Dates
La madrileña llegó al dating show convencida y segura de sus gustos en cuanto a los hombres, le gustan feos. Sin embargo, Alejandro fue el causante de que la chica dudara de su criterio. “Me pareció superbello, yo pensé ‘¿pero qué te pasa?” dijo Alejandra. Los casi tocayos se dispusieron a ir a la mesa donde se conocerían más.
El gusto físico fue más importante ya que en las conversaciones no parecía que estuviesen muy de acuerdo. Ella le gusta comer y comer y no hacer ejercicio. A él le gusta el deporte y comer poco. No obstante, eso no fue impedimento para que ambos decidieran tener una segunda cita, sin antes emitir la confesión de la mujer. Ella aceptó decir que le gustaban los feos, pero con Alejandro fue la excepción ya que no es feo pero aún así le gustó.