El presentador y periodista tuvo que dejar el programa de improvisto para llegar pronto a Barcelona
Este próximo 14 de febrero se llevará a cabo las elecciones catalanas y con ello todos los medios de comunicación se encuentran al tanto de transmitir las últimas noticias. Así sucedió durante una transmisión en Al Rojo Vivo, donde María Llapart tuvo que despedir en vivo y en directo a Antonio García Ferreras.
Pero este jueves 11 de febrero, Atresmedia tuvo la oportunidad de realizar El Debat con los candidatos que moderó Ana Pastor y logró un buen resultado de audiencia. Sin embargo, horas antes, Antonio García Ferreras presentó como siempre su programa Al Rojo Vivo, pero con un gran afán para lograr viajar a Barcelona.
El momento en que la presentadora tuvo que despedir a Antonio García Ferreras
A Barcelona tenía que viajar el presentador para poder estar presente y colaborar con el despliegue de Atresmedia. Sin embargo, tenía que estar a tiempo para coger un tren a una hora que no le permitía acabar el programa. A partir de ese momento, Ferreras agilizaba cada segundo para llegar a la estación.
Como era de esperar, al estar imbuido en la actualidad y el directo, al periodista y presentador Antonio García Ferreras se le pasó el tiempo más de la cuenta. Y al final tuvo que ser su compañera y sustituta habitual, María Llapart, la que intervino para despedirlo de su propio espacio.
María Llapart, tuvo que explicar en Twitter lo sucedido con su compañero de trabajo
Mientras hablaba Antonio Maestre, y con los dos presentadores en la mesa, Llapart intervino: “Antonio, ya. Venga. Te tengo que cortar, que es que se tiene que marchar”. La periodista explicó que se debía ir para coger el tren y así poder ir a Barcelona, desde donde este viernes presenta Al Rojo Vivo.
Por último, el presentador, Antonio García Ferreras, tras sonreír y poner cara de circunstancias, recordó toda la cobertura y bromeó con sus tertulianos despidiéndose hasta el martes. La propia María Llapart ha aclarado luego, a través de su Twitter, que simplemente quería asegurarse de que Ferreras no perdía el tren.