El soltero Aritz no solo busca amor en First Dates, también comparte su pasión por el surf y los viajes
Aritz no es un soltero común en First Dates. Llegó al programa no solo con la esperanza de encontrar el amor, sino también con su tabla de surf bajo el brazo, dejando claro desde el principio cuáles son sus pasiones. El surf y los viajes dominan su vida, tanto que ha organizado su carrera profesional alrededor de estas actividades, permitiéndole la libertad de seguir la próxima ola en cualquier parte del mundo.
A pesar de su aparente vida ideal, Aritz confiesa que encontrar el amor ha sido su gran desafío. Su deseo es encontrar una compañera que no solo comparta su entusiasmo por la aventura, sino que también esté dispuesta a formar una familia. Con planes incluso de tener una hija por su cuenta si no encuentra a la mujer ideal, Aritz muestra su compromiso serio hacia la paternidad.
Estefanía y Aritz, una cita entre olas y expectativas
Entre sorpresas y descubrimientos, Aritz y Estefanía exploran su compatibilidad y planes futuros en una velada encantadora Al conocer a Estefanía, Aritz se encontró con una mujer que, aunque no surfea, comparte su amor por el mar y los deportes de riesgo. Su interés se despertó aún más al saber que ella planeaba su bautismo de buceo y soñaba con nadar junto a un tiburón blanco en México.
La cita tomó un giro aún más personal cuando discutieron sus deseos de tener hijos. Estefanía mostró interés en las historias de Aritz sobre Tenerife, particularmente sobre los guachinches, y aprovechó para invitarlo a uno que conocía. Este intercambio no solo mostró su interés mutuo en compartir experiencias culturales, sino que también estableció una base para futuros encuentros.
Planes de futuro y una promesa de más encuentros
La noche en First Dates termina con promesas de una próxima cita y un beso que sella su conexión inicial En el reservado de First Dates, el ambiente se volvió más íntimo cuando Aritz y Estefanía decidieron probar su suerte con una “bola del amor”, que les sugirió compartir un beso con mordisco. Este momento lúdico reafirmó su atracción mutua y la disposición de ambos a explorar dónde podría llevar su conexión.
La velada terminó con ambos expresando su interés y disfrute de la cita, demostrando que, a veces, el amor puede estar a solo una ola de distancia. Con planes concretos de verse nuevamente y explorar más de sus mundos, Aritz y Estefanía parecen estar en el camino hacia algo potencialmente hermoso y duradero.