El verano en La Sexta provoca muchos problemas en la planificación de la información política
Al rojo vivo ha sido sin duda alguna el programa más criticado durante la pandemia del coronavirus. La ansias de información de García Ferreras, mezcladas con sus marcados ideales progresistas generaron muchísimo debate. Sobre todo por el blanqueamiento constante que se hizo desde los micrófonos de Al rojo vivo al Gobierno de España.
Pero el verano es otra historia. Porque en Atresmedia no todos tienen ese carácter progresista. Los Matías Prats, Vicente Vallés o Josep Pedrerol son claramente de otra cuerda. Y muchas veces se ve una situación algo adulterada en Al rojo vivo.
Repentinos cambios en La Sexta
Pero lo que no podía esperar Antonio García Ferreras era que desde La Sexta, el canal donde manejan la información tanto el propio Ferreras como su mujer Ana Pastor, pudiese dar un giro tremendo en su ausencia por las vacaciones.
Y es que La Sexta se ha hecho eco de los indicios de fraude electoral y falsedad documental en el pago de los servicios que en Unidos Podemos encargaron a Neurona Consulting. Sospecha que el contrato pudo ser simulado.
Se espera reacción de Ferreras
La reacción de los espectadores ha sido instantánea, al no entender que desde La Sexta se pudiese criticar algo del partido de Pablo Iglesias e Irene Montero. Pero se han atado cabos inmediatamente y se vislumbran cambios en el horizonte.
Porque Ferreras está de vacaciones y seguro que la forma de enfocar la información en su ausencia no ha sido de su agrado. Por eso ha pronóstico de que en septiembre haya muchos cambios en los servicios informativos de La Sexta y en Al rojo vivo. Huele a despidos.
