Otra de esas citas donde se habla de sexo abiertamente, tuvo lugar esta semana en el restaurante de Cuatro, y sus protagonistas hicieron de las suyas en el reservado, donde las cámaras era sus únicas compañeras.
La cita entre Anel y Rolando no ha empezado como ellos querían, pero en el reservado de First Dates se iba a poner muy interesante. El primero en llegar fue “Rolan” como le gusta que le llamen, y no le dio pena confesar que es bastante promiscuo. “Este cuerpo necesita comerse algo de su tamaño y menos de 20 no puede ser”. Carlos Sobera quedó sin palabras, pero el comensal le iba a dar otra perlita. “Me fijo mucho en el bulto de la seducción”.
Después de las confesiones un tanto subidas de tono, llegó Anel, un venezolano al igual que Rolando, con pocos meses de estar en España. La primera impresión no fue positiva para Rolan, pues cuando vio al moreno y rellenito hombre con un suéter negro, le pareció “fatal, se parece como a Thalia o Mari Mar”. En cambio el otro latino si tuvo palabras de cortejo para su cita.
La primera impresión no fue buena, pero Rolando y Anel han encontrado complicidad sexual en First Dates
Sin tapujos y directo al grano, así se mostró el moreno comensal, que le dijo a Rolan que buscaba a un hombre con el que pudiese tener sexo a toda hora. Una confesión que agradó bastante al otro comensal, pues considera que la sexualidad es el 75% de una relación. Sin embargo, Anel considera que el tema íntimo no lo es todo.
Mientras Rolando se empeñaba en seguir hablando del ámbito sexual, el otro hombre trataba de tocar otros temas como la cocina. Sin embargo, Roland insistía en enfocarse solo en sexo. Incluso le contó a su cita que tiene un tatuaje en su espalda con varias estrellas, y que cuando quiere tener relaciones íntima, le pregunta a su pareja “¿Quieres ver las estrellas?”
Anel se encargó de apagar la llama de Rolando en el reservado de First Dates
Estaba claro que lo solteros estaba en búsqueda de otros objetivos. Mientras que Anel quería una relación normal, donde pudiese encajar en todos los sentidos, Rolando solo iba por el ámbito sexual. Eso se vio cuando en el reservado del restaurante, el moreno hombre tenía que hacerle un masaje a su cita con una plumilla.
Fue en ese momento donde Rolan pensó que iba a pasar algo más, y hasta se desabotonó la camisa. Anel comprendió que el hombre con el que estaba en la velada, no era el indicado en si vida. Así se lo hizo saber en al decisión final. Rolando se molestó pues también expresó que no tendría una segunda salida con una persona que solo se dedica a comer y comer.