Los jóvenes han dejado claras sus intenciones desde el primer momento y han conseguido cautivar a la audiencia con su cita
Andrea y Juan Antonio han sido dos de los grandes protagonistas de First Dates. Ambos han acudido al programa de citas de Cuatro en busca del amor. Pero la cita entre ellos no comenzó del todo bien, pues ambos tenían importantes diferencias que resolver durante la velada.
En un primer momento, Andrea se definió como una “pink lady” de 19 años que tiene muy buen gusto cuando de moda se trata. Asimismo, aseguro que es “una pink lady y una techno lover porque me encanta el techno”. “El techno oscuro, el duro, es el que me gusta a mí. No el que suena en Bershka o H&M, el oscuro”, sentenció
Grandes diferencias entre Andrea y Juan Antonio en First Dates
Por su parte, Juan Antonio venía convencido de que pese a tener u a figura esbelta y manejar bien la manguera, iba a conquistar a la primera a su cita. Lo cierto es que la velada ha empezado con pequeños baches pero significativos. En primera al chico no le gusta la música y menos del gusto del que escucha Andrea, algo que sin duda no le agradó mucho.
Tras este primer bache, pasaron a la mesa para conocer sus gustos y al parecer coinciden en la vida fit. Los dos son activamente atléticos y tiene un estilo bastante saludable. Sin embargo cuando tocaron el tema animal, vino el segundo desacuerdo. Para el opositor es importante, que a pesar de tener una mascota en casa, se le trate como un animal y no como una persona. Mientras que Andrea considera a su perro como a aun hijo.
Andrea triunfa con su cita en First Dates
Tras estos primeros compases, los dos pasaron al privado para entrar en confianza. El chico se ha animado a preguntarle, “bálsamo de aceite o un poco de caña”. “Un poco de caña, claro” respondió la pink lady. El comensal reconoció frente a las cámaras del dating show. “A ella le gusta la caña y yo puedo estar a la altura. A mí me gusta mucho el tira y afloja”, aseguró el chico.
La complicidad entre ambos se había apoderado de la cita pese a las diferencias existentes. Unas diferencias que consiguieron salvar, pues al final los dos decidieron darse una segunda cita. De hecho, estuvieron muy cerca de darse un beso, pero ninguno de los dos se atrevió.