Se extiende la oleada de intentos de fraude a través de una supuesta comunicación de la entidad cántabra
Los avances técnicos, aplicados en la dirección correcta, suponen una bendición para todos. Sin embargo, también es evidente que para todo aquel que pretende hacer el mal o ganarse la vida sin pegar un palo al agua, la tecnología también le abre puertas. Empresas de la talla del Banco Santander tienen que lidiar con frecuencia con esta criminalidad.
Cuanto más gorda es una empresa mayor debe ser la inversión en seguridad. Y ya no hablamos de simples robos, que con las cámaras de seguridad y el botón de alarma que avisa a los cuerpos de seguridad es más que suficiente.
La ciberseguridad, una preocupación cada vez más grande
La gran preocupación es la seguridad tecnológica. Lo que llaman ciberseguridad. Porque es a través de la red por dónde más intentos de estafa pueden entrar. A través de un hackeo de la página web, de las bases de datos de las empresas…
Pero también puede hacerse median suplantación de identidad. Hoy en día, los que conocen un poco de programación, tienen sencillo enviar un mensaje o un correo electrónico con la certificación de una empresa como Banco Santander. Que parezca real.
Cuidado con la estafa
Sin embargo, ya dice el refrán que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Estos ladrones virtuales no pueden saber quiénes son clientes del Banco Santander y quiénes no. Por eso, un SMS que está esta semana corriendo por ahí, se ha podido neutralizar.
Porque un usuario que ha recibido la amenaza vía SMS, ha alertado en las redes sociales negando ser cliente del Banco Santander. El SMS dice que una de las tarjetas de crédito ha sido bloqueada por fraude. Y adjunta un link para solucionar el problema. Mucho cuidado con eso.