Las prisas por ofrecer un buen servicio a domicilio provocan el caos y el enfado de uno de sus clientes
En este fatídico año 2020 se han juntado las restricciones por pandemia con la necesidad de luchar contra factores novedosos que traen de cabeza a empresas más clásicas como puede ser Mediamarkt. La compra online se ha generalizado y con ella un problema de peso para muchísimas marcas: la presencia imbatible de Amazon.
Porque el modelo Amazon choca y mucho con las empresas comerciales tradicionales. Amazon es a los grandes y medianos comercios, lo que Uber o Cabify a los taxis de toda la vida. Y esto genera una tensión y unas ganas de hacerlo mejor que finalmente son la propia tumba.
Amazon ha hecho mucho daño
Porque este tipo de empresas como Amazon o Uber, se nutren de gente que quiera trabajar, pero necesitan una simple aplicación y elegir sus propios horarios. De esta forma se puede trabajar fines de semana, festivos, o cuando se quiera.
Esto permite que Amazon pueda ofrecer la entrega de sus productos casi a las 24 horas. Porque tienen almacenes con stock en muchos lugares y gente dispuesta a trabajar todos los días. Mediamarkt, en un intento por lograr un servicio similar, comete más fallos que aciertos.
Las prisas pueden con Mediamarkt
Es la única explicación posible ante lo que ocurrió a un cliente que fue a Mediamarkt a comprar un PC de Gaming. Se hizo con uno valorado en 1200 euros y al comprarlo le dijeron que llegaba en unas 48 horas. El pedido, por supuesto, fue online.
Resulta que en menos de 24 horas llamaron a la puerta. Era Mediamarkt, que en ese afán por mejorar a Amazon realizó un pedido casi en tiempo récord. El problema es que con esas prisas, lo que llevó no era el PC gaming que estaba esperando el cliente, sino un Lenovo de 300 euros. Un mes después, todavía no le han solucionado el inconveniente.