Aunque los seguidores de la serie están realmente felices con la serie, la realeza británica ha mostrado una de sus grandes debilidades
La polémica que ha dejado la cuarta temporada de la serie The Crown ha sido una de las más fuertes hasta el momento y más porque ahora no ha sido de agrado para el parlamento británico. El pasado 15 de noviembre fue su estreno y sin duda ha sido uno de los más vistos.
Ahora, el éxito de la serie también ha sido por su elenco, pero las que más ha gustado es la actriz Emma Corrin. Ella, quien a sus 25 años llegó a interpretar a la princesa Diana de Gales. Conocida por ser una chica joven y virgen, hija menor del conde John Spencer, amigo de la reina Isabel.
La forma en que la producción ha mostrado la vida de Diana y Carlos no ha sido la mejor, según el secretario de cultura
Es por eso, que la serie ha hecho algunas revelaciones sobre la vida de la Princesa. Y a su vez, son muchos los que están en desacuerdo con la forma en que la producción de The Crown ha reflejado su historia. Sin embargo, ahora ya no son los seguidores los que han estado comentando, sino que es el gobierno el que ha salido a hablar sobre la exitosa serie.
Pueden haber muchas escenas que quizás estén basadas en la historia real o simplemente sean hechos ficticios. Pero el secretario de cultura británico Oliver Dowden, dijo que solicitará a los realizadores de la serie que ratifiquen en su programa que los hechos no son históricamente exactos y que así no debería ser mostrado lo que sucedió.
El argumento que tiene el parlamento británico para limpiar la imagen de la familia Real en la serie The Crown
El representante gubernamental se mostró preocupado por los efectos que la serie ha causado contra la imagen pública del príncipe Carlos y su pareja Camila Parker Bowles. A quienes se aprecia en el programa como los causantes del sufrimiento de Diana de Gales. Así usando una forma de censura disfrazada de responsabilidad.
Este funcionario público ha dicho a través de un medio de comunicación: “Es una obra de ficción bellamente producida. Entonces, al igual que con otras producciones de televisión, Netflix debería tener muy claro al principio, es solo eso. Sin esto, me temo que una generación de espectadores que no vivió estos eventos puede confundir la ficción con la realidad”.
