Más problemas para Vega en prisión por culpa de Hanna
La expolicía Andrea Vega cada día tiene más problemas en la cárcel y sus últimas horas en Servir y Proteger podrían estar transcurriendo. Y es que desde que aterrizó en el penal de máxima seguridad, su suerte se ha tornado bastante negra al punto de que su vida esté en grave peligro.
Esta vez las pandilleras de la prisión lideradas por Beka, encaran a Vega y le van a propinar una golpiza brutal que podría acabar con la vida de la exinspectora. Pero ¿Cuáles son las razones? Además de ser una expolicía ya que Hanna reveló el pasado de la mujer, las convictas sienten que su negocio de drogas está en peligro, y creen por supuesto que Andrea es la chivata.
Hanna salva el día en Servir y Proteger y evita una golpiza en la cárcel
La novia de Lidia ha metido en muchos problemas a Vega en la cárcel, pero en este último capítulo ella misma es quien salvará a la expolicía. Resulta que el negocio de drogas de Beka y sus secuaces ha quedado al descubierto, y la directora de la prisión ya está al tanto de ello. De esta manera, las matonas creen que Andrea es la chivata, pero este rol le pertenece a Hanna.
Es la rubia ucraniana quien ha delatado a Beka y su negocio de venta de drogas adulteradas. Por ello cuando ve que la pandilla está encarando a Vega para golpearla por soplona, esta aparece en la escena y con las fuerzas que no tiene impide una tragedia en el penal. La líder de la pandilla por supuesto no se quedará con los brazos cruzados.
Las cosas afuera de la cárcel tampoco pintan bien en Servir y Proteger
Volviendo a Distrito Sur y a la comisaría, el equipo de investigación sigue rastreando la pista de El Fantasma, pero se dan cuenta que este tiene una mente criminal más poderosa de lo que esperaban. A la casa de Claudia Miralles ha llegado un dibujo supuestamente elaborado por el bandido, por lo que la jefe avisa a Fabián, el psicólogo colaborador del caso.
“Tiene cierta fijación contigo y eso puede ser peligroso” dice Fabián alterando aún más los nervios de Miralles. A la ciudad también llega Saúl, el hijo de los Galván, quien le pide a su padre que s dedique al negocio de los cobros, pero este dice no, ya que tiene otros planes. Por ahora se dedicará a los negocios turbios.