La nueva compañera del agente del FBI intenta buscar a la persona infiltrada dentro del Gobierno antes de contar toda la verdad sobre la historia de sus tíos
En el mundo despiadado y lleno de secretos que se despliega en “El Agente Nocturno“, la joven Rose se encuentra en un lugar peligroso. Sus tíos le revelan la existencia de un traidor en la Casa Blanca, y la única persona en quien puede confiar es el agente Peter Sutherland. La joven, en su intento de protegerse, rehúsa compartir cualquier información con el FBI, generando una trama intrigante y llena de suspense.
Con la promesa del FBI de asegurar su protección, parecería que Rose puede estar segura. Sin embargo, los asesinos que la persiguen siempre la encuentran. Algo está claro: no puede confiar en nadie. En esta atmósfera de desconfianza, Peter y Rose, gracias a un disco duro, comienzan a desentrañar pistas sobre un caso de gran relevancia en un mundo de conspiraciones.
El núcleo de la conspiración en una tríada de poder y ambición
Las acusaciones sobre la identidad del traidor van y vienen, señalando primero a Hawkins y luego a Farr. Pero la realidad es más complicada de lo que parece. A medida que se revelan más detalles del atentado en el metro y el verdadero objetivo de este, el hilo de la trama se enreda aún más, dejando a los personajes y al público en un estado de incertidumbre.
Las respuestas finalmente llegan cuando se descubre que los responsables de todo son Diane Farr, el vicepresidente Redfield y Wick Gordon. Este trío de poder se unió con el objetivo de eliminar a Omar Zadar, líder de PIF y protegido de la agente del Servicio Secreto Chelsea Arrington. La fallida explosión en el tren y la subsiguiente investigación presidencial complican sus planes, llevándolos a eliminar cualquier amenaza a su objetivo.
El Agente Nocturno en acción con la lucha contra la traición
Al confirmarse la traición de Farr, Peter, ahora “El agente nocturno”, decide frustrar los planes de los conspiradores. Sin embargo, Diane se asegura de que Sutherland sea marcado como el secuestrador de Maddie Redfield, la hija del vicepresidente, añadiendo más desafíos a la misión del agente.
A medida que la trama se acerca a su clímax, se producen raptos, intentos de rescate y ataques peligrosos. Colin Worley, el hombre con el tatuaje de la serpiente de cascabel, secuestra a la protegida de Chelsea. Sin embargo, tras un fracaso y un caso de identidad equivocada, Worley busca venganza, añadiendo otro giro a la historia.