El empresario quiere recuperar su trono y no le importará pasar por encima de cualquiera
Fernando Quintero sabe que desde que tuvo que escapar de la ciudad su poder ya no es el mismo, por ello en su regreso quiere recuperarlo y no le importa si tiene que ser un chivato. El empresario tiene información muy valiosa que puede poner en riesgo la sociedad delictiva que han creado Víctor, Martina, Rubén y nada más y nada menos que Andrea Vega.
Las cosas están bastante agitadas en Distrito Sur y el cuarteto que conspiró en contra del dueño del Moonlight se encuentra vulnerable. Rubén se está hartando de la situación y piensa en ir a la policía para hablar y delatar a todos. Sin embargo, Quintero se les adelanta y le revela a Félix Durán una información bastante delicada que ha puesto a Vega en la mira de la policía.
Gracias al rol chivato de Fernando Quintero, Durán está al tanto de Vega y Rubén
El exlíder de la red de ventas armamentísticas se ha ido de la lengua en Distrito Sur, y ha contado que Rubén y Vega sostenían un relación sentimental. Por supuesto que esto ha puesto a la inspectora en apuros, ya que al exesposo de Martina se le busca por tener nexos con varias organizaciones criminales y por lavar activos en la ciudad.
Lo que aún no saben en la comisaría, es que esa relación ya no existe por el simple hecho de que Rubén tampoco existe. Vega ha tenido que asesinarlo para evitar que este fuera a la policía a contar todo sobre las actividades que él, ella, Martina y Víctor estaban planeando. La inspectora en cubierto tiene un lío gordo y la próxima semana podrían ser los últimos días de Andrea como persona libre o tal vez viva.
Mientras Quintero se va de chivato en la comisaría, hay más situaciones incomodas en Servir y Proteger
Como es costumbre, más de una situación buena o mala está ocurriendo simultáneamente en Servir y Proteger. Por ejemplo, Espe trata de explicar a Sheila que su relación con Carlos es genuina, pues la chica ha reaccionado con mucha sorpresa. Entre ellas ha habido problemas últimamente, pero casi siempre los solucionan dialogando.
Por otra parte, Yolanda sigue preocupada por el estado en el que se encuentra su novio Iván, y le hace entender que dicha adicción a los fármacos fuertes solo le traerá problemas mucho más graves. Carlos, amigo del policía, también se muestra preocupado, y entre los dos quieren ayudar al adolorido y adicto hombre.