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Pánico en Servir y proteger con intenciones de Nino en Distrito Sur

El exsocio de Ginés quiere estar muy cerca de Quintero

Entramos en la recta final del año y que mejor manera de rematarla con capítulos nuevos de Servir y Proteger, en esta ocasión nos centramos en Nino. El exsocio del ya difunto Ginés Pozo llega a Distrito Sur con un objetivo, hacer negocios con Fernando Quintero. Ambos está involucrados en varias actividades ilegales y delictivas, así que sus perfiles encajan.

El hombre quiere proponerle un negocio al dueño del Moonlight, entrar en el tráfico de cobre, y tener otra entrada millonaria a su cártel. Sin embargo, Nino viene con otras intenciones muy oscuras que podrían arruinar los planes de Quintero y de paso, enviarlo al lugar donde él mismo ha estado esquivando durante años, la cárcel.

Nino Servir proteger
El verdadero propósito de Nino es estar cerca de Rubén y Martina para ejecutar su venganza por la muerte de Ginés.

El plan oscuro de Nino agita las aguas en Servir y Proteger

Como la mayoría sabe, Nino era socio y amigo del ya desaparecido Ginés Pozo. Al enterarse que este había muerto, fue un golpe muy fuerte ya que más allá de llevar negocios millonarios con él, también le guardaba algo de estima. El personaje sabe que detrás del asesinato se encuentra el matrimonio de Rubén y Martina.

Nino también sabe que estos dos son los encargados de lavar todo el dinero que entra a los negocios de Quintero. Lo que verdaderamente quiere el ex socio de Pozo no es entablar relaciones laborales con Fernando, sino estar cerca de Rubén y Martina para acometer su venganza. Por supuesto el empresario y dueño del negocio de las armas no sabe nada.

¿Qué más está ocurriendo en Servir y Proteger?

Mientras Nino ejecuta los primeros pasos de su plan secreto, en Distrito Sur también se viven días de tensión e incertidumbre. Sheila sigue conectada con Darío y ya sabe que el chico está cometiendo actos delictivos para ganarse la confianza de un hacker que supuestamente lo llevará hasta Argos. La chica está muy confundida pues no sabe si guardar silencio o avisarla a Espe.

En la comisaría, Yolanda y Carlos investigan las sospechosas actividades de un cuidador de perros, que resulta ser un maltratador. Al parecer el hombre tiene un negocio de peleas ilegales. Con las pruebas ya casi concretadas, ambos se preparan para solicitar permiso y montar el operativo que desmantele esta red de maltrato animal.