El chico está cerca de dar con el paradero de Argos
Una nueva semana ha llegado y con ello capítulos de Servir y Proteger llenos de emoción y suspenso a cuenta de Darío. Esta vez es el chico el que abrirá una nueva tanda de episodios donde las historias en Distrito Sur no dan tregua. Todo indica que el joven está cerca de dar con el paradero de Argos y trabaja en cubierto para lograrlo.
Darío tiene la intención de obtener más noticias de Argos, y por ello ha estado obedeciendo a un internauta que se hace llamar Nymus23. La persona detrás de este perfil incognito le ha estado poniendo una serie de pruebas a cambio de información que lo lleve al hacker que alguna vez trabajó para Ramiro Infante.
Se vienen días duros en Servir y Proteger para Sheila a causa de su novio Darío
La chica es la más afectada por estos días a causa de la ruptura que ha sufrido precisamente de Darío. El joven recibió la orden de Nymus23 y este le obedeció para que así el internauta se diera cuenta que está a su plena disposición. Sin embargo, el chico hace esto para ganarse la confianza del misterioso personaje y así acceder a la información que lo lleve a Argos.
Espe se da cuenta de el estado anímico en el que se encuentra Sheila y descubre que estuvo saliendo con Darío. De inmediato, la policía se acuerda que fue por este chico que el matón del instituto casi sale muerto de aquella golpiza. Por su parte, la joven aún se cuestiona el porque su novio tomó la decisión de acabar con la relación de un día para otro.
Además de Darío y Sheila, otras situaciones se cocinan en Servir y Proteger
Distrito Sur cada vez tiene más certezas de que Fernando Quintero es el cerebro de una red criminal dedicada a varias actividades ilegales. Por ello ha sido citado en la comisaría para un eventual interrogatorio del que sale bien librado. Durán no se cree todo lo que dice y tampoco se explica el porque tuvo una respuesta acertada para todo.
El inspector afirma. “Está recibiendo información por parte del equipo”, lo que hace sospechar de Vega. La inspectora que trabaja precisamente para el dueño del Moonlight, recibe nuevas ordenes, encontrar el arma con la que asesinaron a Ginés Pozo antes de que la policía encuentre pruebas que pongan en peligro el negocio de Quintero.
