El capítulo 913 fue determinante para saber qué personaje por fin ha logrado su anhelada libertad
Servir y proteger nos ha mostrado finalmente lo sucedido en el episodio 913 y con ello la forma en que Claudia Miralles junto a Emilio consiguen que el caso de su marido, Antonio, de un giro radical. Él termina siendo honesto con el comisario Bremón, contándole que le robaron la cartera durante su último congreso médico.
Por tanto, el médico consigue su ansiada libertad. Tras lo sucedido, Antonio quiso mostrarse de lo más agradecido tanto con el comisario como con su mujer: “Me siento en deuda con vosotros”. Sin duda, un momento demasiado conmovedor para todos los seguidores que no se perdieron ni un solo segundo de la serie.
No sólo presenciamos lo vivido con Miralles y su marido, sino también lo ocurrido con Vlado Khan
Además, allí vimos que el dueño del Moonlight está esperando, impaciente, la inminente llegada de Vlado Khan. Lo que ni tan siquiera se imagina es que el proxeneta ya ha dado un primer paso: Hanna fue secuestrada por uno de los hombres del proxeneta, tras despedirse de Lidia. Un momento muy conmovedor.
Cuando la camarera del Moonlight despertó, se encontraba absolutamente desorientada y en manos de Alexey, un esbirro de Vlado Khan. Hanna, por otro lado, continúa retenida y el hombre del proxeneta continúa esperando nuevas órdenes. Y es que su objetivo es conseguir que Fernando Quintero le devuelva hasta el último céntimo.
La situación de Hanna se ha convertido en todo una pesadilla
La joven, trata de ganar todo el tiempo posible. Es por eso que no duda en hacerle una propuesta: Que traicione al proxeneta. Eva confiesa a Fernando Quintero lo ocurrido con Abel y su asesinato. Por ese mismo motivo, desde ese preciso instante, deciden unir fuerzas para acabar, con Vlado Khan.
Finalmente, al empresario no le convence mucho la propuesta. Eso sí, con el secuestro de Hanna, no le queda más remedio que aceptar. La dueña de la Mensajería Velasco decide sincerarse de una vez por todas con su hermana Beatriz. Ésta, después de todo, decide ponerse de su parte para plantar cara al proxeneta.