El chico pone en Alerta roja a todo Distrito Sur
La semana empezó bastante agitada en Servir y Proteger, con la posibilidad de que Darío abandone este mundo y de paso mucha gente con él. El chico que se había prestado para hacer labor de espionaje y dar con el paradero de Argos, ahora es víctima de una canallada por parte del hacker.
El delincuente cibernético se ha dado cuenta de los verdaderas intenciones del joven, y ha decidido ejecutar un plan de contraofensiva muy macabro. Primero ha empezado por deshacerse de los policías que custodiaban al chico, y luego lo ha secuestrado. Posteriormente lo ha liberado pero con un regalito bajo el suéter.
Darío ha llegado con un mensaje muy claro a Distrito Sur y aumenta la tensión en Servir y Proteger
Darío ha sido liberado por Argos pero le ha dado instrucciones de lo que deberá hacer, si no quiere morir de inmediato. El chico ha llegado a las puertas de la comisaria con lo que parece ser un chaleco bomba. La mente criminal del hacker ha ido más allá, y su objetivo es claro, dejar un mensaje a la policía para que no vuelvan a intentar capturarlo.
Lo más aterrador no es la idea de que Darío pueda morir, sino la gente que se llevará con él. Pero lo aún más macabro, es que el cuerpo de policías solo dispone de 10 minutos. Bremón ha pedido la evacuación total de la comisaría, y ha llamado al TEDAX. Sin embargo, el cuerpo antiexplosivos no llegará en ese tiempo por lo que tiene que actuar ya.
Yolanda deberá salvar el día en Servir y Proteger y de paso darle una nueva oportunidad a Darío
Para fortuna de todos, en especial para Darío, entre los policías presentes hay una experta en la desactivación de artefactos explosivos. Se trata de Yolanda, quien fue parte del DATEX antes de llegar a Distrito Sur. La oficial examina la composición de la bomba, y se da cuenta que es un dispositivo muy difícil de desarmar.
Yolanda sabe que un paso en falso podría sacarla a ella y a Darío de este mundo, por lo cual se toma las cosas con calma. El reloj corre y la tensión tanto en ella como en el chico está al tope. Mientras tanto Bremón, Claudia y los demás observan impacientes e impotentes por no poder hacer nada. Sin duda será un día que nunca olvidarán en la comisaria, sobre todo para la audaz oficial de policía.