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Machacan a Netflix tras el pufo enorme de El Juego del Calamar

El método para medir audiencias ha cambiado y las reacciones no se han hecho esperar 

En las últimas horas, la plataforma de Netflix ha hecho públicas las cifras de su tercer trimestre del año, con resultados muy positivos y superando toda expectativa. Sin duda, todo este éxito se debe al más reciente estreno de la producción coreana, El Juego del Calamar, quien llegó el pasado 17 de septiembre.

Este semestre la plataforma ha sumado 4’4 millones de nuevos suscriptores, lo que le lleva a un total de 214 millones de clientes y supera en casi un millón las previsiones que se habían fijado de 3’5 millones. Y para este cuarto trimestre, las apuestas se disparan a 8 millones de suscriptores. 

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El Juego del Calamar ha tenido un gran éxito

El éxito de El Juego del Calamar se ha visto reflejado en las visualizaciones de la serie 

Con esto se ha confirmado sin duda alguna que El Juego del Calamar es el mayor éxito de toda la historia de la plataforma de Netflix. La serie ha sido vista en sus primeras cuatro semanas por 142 millones de cuentas, alcanzando el número 1 en 94 países, incluyendo los Estados Unidos.

A partir de ahora Netflix medirá sus programas según cantidad de horas reproducidas y no por número de reproducciones, basándose en una variable polémica desde el primer momento en el que se hizo pública: una reproducción contaba como tal si se habían visto solo los dos primeros minutos iniciales de la serie o más.

Los suscriptores de la plataforma tienen buena expectativa frente al nuevo sistema 

Este cambio en la política se puede reinterpretar como un efecto colateral del éxito de El Juego del Calamar. Su potencial viral y el más que posible alto grado de revisionados de la serie es el que multiplica su número de horas más de lo habitual en una serie de una sola temporada.

No sabremos si Netflix ha tomado esta decisión motivada por el extraordinario empuje de la primera temporada de la serie o más bien viene de las constantes críticas que había suscitado la clara distorsión de las cifras que suponía el contar como “programa visto” el consumo de solo dos minutos.