Una de las ficciones de moda en Netflix provoca el caos en la ciudad andaluza, lugar donde se rueda la mayor parte de sus aventuras
Antequera es una pequeña ciudad de Andalucía que desde 2016 es considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que tiene muchísimo que ofrecer a sus visitantes. Sin embargo, lo que tiene la modernidad, gracias a La Monja Guerrera, serie de éxito en Netflix, la llegada de visitantes se ha multiplicado.
Una curiosa iniciativa del consistorio permite en las noches de verano, la posibilidad de conocer en profundidad los entresijos de esta bonita localidad. Visitas guiadas y teatralizadas con personajes de la época que cuentan historias y singularidades de siglos atrás.
La Monja Guerrera grabada en Antequera
Sin embargo, lo que simplemente parecía una bonita iniciativa de turismo cultural, para conocer un poco lo que sucedía entre los habitantes de la época medieval, la irrupción en Netflix de La Monja Guerrera ha trastocado todo.
Y es que en la zona amurallada y en la antigua colegiata de Santa Marina se ha grabado gran parte de la serie de netflix. También La Alcazaba y el Torcal. La historia gira en torno a una mujer de 19 años que se despierta en una morgue con una nueva oportunidad de vida y un artefacto divino incrustado en su espalda.
Entonces descubre que ahora es parte de una antigua orden que se encargaba de luchar contra los demonios en la Tierra y entonces es perseguida por numerosas fuerzas procedentes del Cielo y el Infierno que pretenden controlar sus pasos.
Antequera se llena de curiosos
Como siempre que las cámaras están detrás de algún lugar, se ha hecho muy popular el tipo de turismo del siglo XXI. Es decir, viajar a un lugar única y exclusivamente porque allí se ha rodado una película o una serie que ha tenido éxito.
Por eso ahora, en las visitas teatralizadas por la noche de Antequera, muchos visitantes podrán dar vida a sus personajes favoritos de La Monja Guerrera, e incluso hacerse pasar por crueles mercenarios que buscaban tomar el control de La Tierra.
