El cabecilla de la familia Galván escribe una carta a su hijo antes de que su hermano acabe con su vida dentro de la cárcel del Distrito Sur
Los problemas no cesan en el barrio de Servir y Proteger, donde Isidro se encuentra a un paso de ser destruido por Lorenzo. El empresario ha querido visitar a su hermano en la cárcel, momento en el que Isidro ha comenzado a sospechar sobre las intenciones de este, puesto que la conversación no estaba llegando a buen puerto.
Como Isidro ya conoce de lo que es capaz Lorenzo en Servir y Proteger, rápidamente se ha puesto a escribir una carta para Saúl, confesando todo lo que ha ocurrido recientemente. De la misma forma, también ha delatado a su hermano, puesto que fue cómplice en la desaparición de Boí, ya que fue el encargado de hacer desaparecer el cuerpo. Finalmente, alguien ha acabado con la vida de Isidro.
Todas las amenazas que ha ido recolectando Lorenzo en Servir y Proteger
A pesar de que la persona encargada de acabar con la vida de Isidro ha sido alguien aleatorio de la cárcel, no hay duda de que estaba actuando bajo las órdenes de Lorenzo. Una situación que no nos sorprende si echamos la vista atrás. Puesto que ya intentó lo mismo cuando Vega se encontraba en la cárcel, aunque no lo pudo conseguir.
No siendo la única situación similar a la que se ha expuesto el empresario. De igual forma, anteriormente Isidro fue amenazado por su hermano con la vida de Saúl para que no contara nada a la policía. Incluso el mismo Saúl fue más tarde amenazado por su tío. Ya que está a las puertas de ser detectado por la policía como cómplice de los negocios ilícitos.
La espada samurai vuelve a desaparecer de la comisaría del Distrito Sur
Mientras todos estos acontecimientos tienen lugar en la vida de la familia Galván, otros nuevos vuelven a suceder en comisaría. Aunque ya habían dado con el paradero de la espada samurai perdida, robada por “La Sombra”, un nuevo robo ha tenido lugar. Esta vez se ha realizado dentro de la misma comisaría, por lo que el ladrón está cerca.
Todo esto ha ocurrido mientras el cabecilla de la comisaría no se encontraba, Félix Durán. Este sabe a la perfección que el robo puede llegar a afectar a su puesto de trabajo. Ya que era el encargado de mantener en buen estado dicha espada de gran valor. Aunque no sólo en el ámbito profesional, sino también en el personal, puesto que comenzará a tener problemas con él mismo.
