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Golpe estelar de The Crown con el vestido más famoso de Lady Di

El impactante parecido de Emma Corrin con la princesa de Gales es fundamental para el éxito que ahora tiene la serie

De la mano de la cuarta temporada de la serie de la plataforma digital de Netflix, The Crown que se va a estrenar el próximo 15 de noviembre, el vestido de novia con el que se casó Lady Di con el príncipe Carlos volvió a ser tendencia para los miles de seguidores que tiene la serie. 

El 29 de julio de 1981 hacía calor y estaba soleado en Londres. El clima era ideal para salir a la calle y ver pasar la carroza real con Lady Di con en su interior rumbo a la catedral de Saint Paul para casarse con el Príncipe Carlos. Así se convertiría en un miembro de la familia real. Pero en realidad todos querían ver el vestido de la novia.

Emma Corrin se roba el protagonismo en The Crown

La réplica del vestido que usará Emma Corrin en The Crown, recibió halagos por cuenta de los demás actores

Sin embargo, hoy, 39 años después, todo ese momento anteriormente mencionado logró ser tendencia de nuevo. Pero no cabe duda que la actriz Emma Corrin quien interpretará en esta cuarta temporada a Lady Di, fue punto clave para que esta escena vaya a tener un éxito inigualable. Es que Emma Corrin usó uno exactamente igual para filmar el momento de la boda.

Para la actriz, interpretar a este personaje no fue nada fácil, a pesar que su fichaje en la serie fue de lo mejor para los productores, ya que todos coincidían que tenía un gran personaje a Diana de Gales. Pero algo especial ocurrió cuando se puso el vestido de novia, réplica del que usó Diana en su boda con el príncipe Carlos.

El diseño original de hace 39 años, fue tan elegante como altamente lujoso

Cerca de diez personas ayudaron a Emma Corrin a colocarse la réplica hecha a partir de los patrones originales que suministró The Emanuels, y cuando estuvo lista para la grabación las caras de asombro llegaron a poner nerviosa a la actriz, que se vio a sí misma en el tamaño compromiso en el que estaba metida.

Con cuello victoriano y diseñado en tafeta de color marfil satinado al que le agregaron encajes antiguos en escote y mangas, el vestido también contaba con diez mil aplicaciones de perlas y lentejuelas. En el interior de la crinolina, llevaba una herradura bordada en oro de 18 quilates como símbolo de buena fortuna. Ahora entendemos el motivo por el cual esta escena será una de las más vistas.