La serie distópica coreana aspira a convertirse en otro fenómeno de la plataforma digital
Como todos saben, El Juego del Calamar o La Casa de Papel fueron un gran éxito en Netflix, es por eso que ahora la plataforma llegará con El Caballero Negro. Esto con el fin de que los usuarios decidan marcharse a otro streaming para lograr encontrar una producción con muchas visualizaciones.
Es de este modo que Netflix ha confiado de manera irremediable en la producción surcoreana, que tan buen resultado le ha dado en Estamos muertos o Woo, una abogada extraordinaria. Pero El Caballero Negro no es una serie precisamente amable, sino un futuro distópico al que podemos estar todos encaminándonos.
Esta producción aspira con su historia en el futuro convertirse en un gran éxito
La historia de la serie empezaría en el año 2071 con la polución del aire en todo el mundo que ha llegado hasta tal punto que solo queda vivo el uno por ciento de los habitantes de Corea del Sur y el oxígeno se ha convertido en un bien de consumo.
Los supervivientes están pegados a un respirador y confían en los Caballeros, los repartidores que se arriesgan en el día a día. En El Caballero Negro, uno de ellos, 5-8, conocerá un niño y le entrenará para ser como él en el futuro. Y por lo que podemos ver en el tráiler, parecería Mad Max.
La llegada de El Caballero Negro a Netflix trae los problemas más grandes del mundo
Este mismo viernes se estrenó en todo el mundo. De momento tendremos que esperar para ver si se convierte en el nuevo éxito de Netflix, que entre la huelga de guionistas y su mala imagen especialmente en España después de eliminar la posibilidad de compartir contraseñas no pasa por el mejor momento.
Lucha de clases, distopía, apocalipsis, calentamiento global y crítica al capitalismo. El Caballero Negro no ha reparado en costes a la hora de tratar algunos de los temas más importantes de la sociedad actual y ha viajado para rodar en dos de los desiertos más importantes del mundo: Mongolia y el Gobi.