Sorpresiva consecuencia de la pandemia ha dejado a galería Karstadt-Kaufhof con respirador artificial
La entrada de las nuevas tendencias tecnológicas sumadas a la crísis derivadas del coronavirus ha dejado como resultado la muerte financiera a algunas de las grandes protagonistas del mercado. Entre este grupo el Corte Inglés ha sido uno de ellos, que a través de sus canales oficiales ha dado muestra de las falencias y déficit financiero con decisiones a bordo.
Es demasiado complejo salir y resaltar en un medio en el cual la libertad de medios es absoluta. Cadenas de tan alto impacto presencial se han visto sumamente afectadas por el confinamiento, y han caído drásticamente en ventas por ese simple hecho. Las ideas han mudado a la exposición digital de sus productos, y los que no estaban preparados para ello, o no habían dedicado esfuerzos lo han pagado demasiado caro.
El ejemplo vivo se ve reflejado en otro gran escenario y protagonista del medio
Otros competidores como la forma alemana Galería Karstadt-Kaufhof, han hecho lo propio, y han anunciado decadencia absoluta en su modelo de negocio. Al parecer, y como se ha podido contrastar, el cierre gradual de las sedes harán de ese escenario el peor posible, sobre todo si se tiene en cuenta los 30.000 empleados que poseen.
Una falta de planificación para mantener fuertes los canales de distribución digital, que a la gente tan les suele ser llamativa. En primer lugar porque es mucho más sencillo ver una oferta de esa manera, en segundo porque no hay diferencias en los valores, y finalmente porque se evitan desplazamientos.
Las medidas justas para salir de la crísis tienen al Corte Inglés en un estado máximo de alerta
Una vez se supo de dónde venía, y hacía dónde atacaría el flagelo, las directivas máximas han delegado funciones en la ejecución de ciertas variaciones. Una de ellas es limitar el pago de empleados, que a diferencia de la firma alemana Galería Karstadt-Kaufhof, asciende a 90.000. Esto le da mayor margen, y hace de algunos momentos el escenario perfecto para dar el paso al frente. Prejuvilaciones, y contratos cesados, el más firme de todos.
Otra de ellas es salir en parte de los 17.000 millones de euros en cartera inmobilaria. Vender algunas de sus sedes les da colchón, les permite salir airosos al menos de esta parte crítica. Imposible haber previsto el momento, pero indicado era ir migrando a las facilidades que suministra la red. Decisiones indicadas que marcan la diferencia entre estar y acabar rendido ante un duro momento.