La aparición de la solución anunciada por Vladimir Putin causa muchísimo escepticismo y anticipa una nueva guerra fría con Estados Unidos
Tarde o temprano sabíamos que algo así podía pasar. Porque el código deontológico hace hincapié en las responsabilidades que tienen los médicos e investigadores, pero nada dice al respecto del negocio que hay alrededor. El que tenga una vacuna eficaz contra el Covid-19 sabe que se hará de oro. Por eso la competencia es tremenda y ha sido Rusia la que con ciertas licencias se ha anticipado.
Pero el mundo de la investigación ha recibido con muchísimo escepticismo la noticia. Vladimir Putin, el mandamás en Rusia, ha anunciado a bombo y platillo la buena nueva. Es más, ha afirmado categóricamente que es eficaz y que pronto se comercializará.
Putin se salta el protocolo
Pero Putin se ha saltado fases en la elaboración de vacunas. Han experimentado directamente con la población rusa, algo que está terminantemente mal visto. Porque si tuviera efectos secundarios peligrosos ya no se podría dar marcha atrás.
El objetivo de Putin era tenerlo antes que Estados Unidos, para presionar a Donald Trump y así poder enriquecerse a más no poder. Poco importa lo que pase por el camino. El fin claramente justifica los medios, lo que ha generado una repulsa mundial.
Guerra fría entre Estados Unidos y Rusia
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud, que sí que debe regirse por los códigos establecidos, ha comunicado que de momento no hay vacuna. Que debe ser debidamente estudiada y comprobada antes de salir al mercado.
Esta situación puede llevar a una Guerra Fría entre Rusia y Estados Unidos, en un momento peligrósisimo ya que con Putin a un lado y Donald Trump a otro, cualquier cosa puede ocurrir. La carrera por conseguir la vacuna puede causar efectos devastadores.
