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Perros que huelen el coronavirus para los aeropuertos

Los caninos tienen un especial sentido para identificar personas contagiadas con absoluta efectividad

Una nueva técnica de detección de contagiados se ha empezado a propagar en el planeta, con el uso de perros sabuesos en los diferentes aeropuertos. Esta es una manera sencilla y práctica de usar las bondades naturales de esta raza de caninos. Los mismos que pretenden sea una ayuda absoluta en la lucha contra la mitigación del virus.

Una de sus principales razones de uso viene de la falta o la ineficacia de incorporar test veloces para identificar síntomas. Los perros aprovechan su sistema sensorial en el olfato para identificar una serie de sucesos que pueden llegar a perfilar posibles contagiados. Esta nueva técnica no desplaza a los asintomáticos, por el contrario son perfilados con igualdad de efectividad.

Perros para el control de contagiados en los aeropuertos
Perros para el control de contagiados en los aeropuertos

Las pruebas piloto ya son un éxito en ciertas partes del mundo

Esta idea, podría sonar descabellada, peor no lo es ciertamente. En países como: Australia, Finlandia, Emiratos Árabes, Chile, Argentina, Brasil y Bélgica esto ya está instaurado y con profundo éxito. Es justamente lo que se quiere llevar a España, uno de los países con mayor índice de contagios desde que la pandemia ha llegado a este planeta.

De todo el estudio que se ha lanzado de acuerdo a este tema, lo único complejo ha de ser manejar los tiempos de preparación por cada canino. Ciertamente ellos necesitan un periodo de adaptación igual o mayor a las 8 semanas. Pero una vez preparados, son unas verdaderas máquinas, aprovechando ese código genético que la madre naturaleza les ha dado.

Así funciona la detección de contagiados, y la forma en que actúan las entidades de control

Un ser humano tiene aproximadamente 6 millones de células sensoriales en su nariz, mientras un perro llega a los 300 millones. Eso les permite detectar la disolución de dos cucharas azúcar en un área de agua de dos piscinas olímpicas a metros de distancia. Y esto no es todo, el avance dice que ya se ha venido trabajando en este hecho con patologías médicas. En ese estudio, un perro experimental solo falló 14 veces, en un total de 1.272 casos.

Estos animales buscan y detectan sustancias químicas sospechosas del nuevo SARS-CoV-2. Ya sea en el sudor, en su piel misma o en el aroma que va dejando un ser humano por donde quiera que va pasando. Un campo inexplorado ahora pretende instaurarse como un común denominador, aprovechando los bulbos olfatorios de los canes, que ocupan una octava parte de su cerebro. Excelente idea.

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