Las consecuencias de la pandemia hace que las entidades bancarias se laven las manos y se retrasen en el cumplimiento de sus obligaciones
Los nuevos tiempos han provocado que las jugarretas legales sirvan a muchas empresas para subsistir. En el ámbito de la banca, la necesidad de tener liquidiez hace que se organice muy bien el pago de recibos para poder también acometer las obligaciones bancarias, como puede ser el pago de las nóminas. En La Caixa se observa una tendencia peligrosa.
Un banco quiere que tengamos cada vez más dinero… pero en su poder. No les interesa que lo saquemos. De ahí que se inventen todo tipo de fondos para que el dinero crezca, muy poco, con la excusa de que no lo retiremos en un tiempo y dispongan de liquidez. Y en esta estrategia se enmarca el pago de las nóminas.
El banco tiene el control
Las necesidades de los bancos, sobre todo en la última década con tanta crisis económica, han ido cambiando a peor. Lo que debería ser un servicio permanente de ayuda a los clientes, que confían en ellos para depositar sus ahorros, se ha convertido en un tormento.
Hay que tener en cuenta lo que significa domiciliar recibos o nóminas. El pago de recibos es cuando el cliente (Iberdrola por ejemplo) acuerda con el banco. Pero las nóminas es al revés, es el banco el que elige en qué día se abona.
No hay excusas en La Caixa
Uno de los principales problemas de la pandemia ha sido la multitud de empresas que se han tenido que acoger a ERTES. Pues bien, este tipo de pagos se suponen que salen del Estado y que se pagaban el 5 de cada mes. Sin embargo, la realidad dice que cada banco lo puede personalizar.
En el caso de La Caixa han decidido que el pago de las nóminas a sus clientes se efectúa el día 10 de cada mes. Ya es abusivo de por sí, pero es que encima hay muchos usuarios que han denunciado que a día 10 todavía no lo habían recibido. Una situación que genera muchos problemas, ya que el pago de recibos no puede esperar al día 10.
