Prepárate para decir adiós al fast-fashion
La Unión Europea ha sacado un plan para acabar con el llamado “fast-fashion” para el 2030. Algo que afectará a marcas low–cost como Primark y Lefties, cuyos precios llegan a rozar mínimos inmejorables, aunque esto signifique que las prendas vendidas sean de muy poca calidad.
El fast-fashion es uno de los mayores problemas de la sociedad de consumo que hay actualmente. Este pasa a ser un problema tanto para la sociedad cómo para el medio ambiente. A pesar de saber que las prendas tendrán una corta vida útil, seguimos adquiriendo este tipo de productos.
Cómo eliminar el fast-fashion
Algunas de las medidas que se van a llevar a cabo en Bruselas para la eliminación de esta tendencia, es aumentar la vida útil del producto. Es decir, se obligará a los fabricantes a utilizar material de mejor calidad, además deberán de ser materiales reciclados, para aumentar la sostenibilidad.
Por otra parte, se quiere acabar con otro de los mayores problemas de la tendencia, la explotación laboral. La mayoría de piezas procedentes de marcas low-cost son fabricadas a mano por personas que se encuentran trabajando en malas condiciones en países tercermundistas. Para ello, se disminuirán las relaciones comerciales con Asía.
Problemas originados por la moda rápida
El principal problema que trae consigo el fast-fashion es la gran contaminación que produce. Produce más de 92 millones de desechos por año, que desembocan en mares, ríos, tierra, contaminando todo lo que hay a su alrededor. Además hace un uso excesivo de agua, dónde 1,5 billones de litros de agua son utilizados al año.
Además forman parte de uno de los mayores problemas mundiales, ya que el reducido precio de cada prenda se da con mano de obra barata. Esto desemboca en explotación laboral que atenta contra los derechos humanos en países con economías poco desarrolladas del sudeste asiático.
Cómo eliminar el fast-fashion
Algunas de las medidas que se van a llevar a cabo en Bruselas para la eliminación de esta tendencia de las marcas low cost como Primark con precios bajos, es aumentar la vida útil del producto. Es decir, se obligará a los fabricantes a utilizar material de mejor calidad, además deberán de ser materiales reciclados, para aumentar la sostenibilidad.
Por otra parte, se quiere acabar con otro de los mayores problemas de la tendencia, la explotación laboral. La mayoría de piezas procedentes de marcas low-cost son fabricadas a mano por personas que se encuentran trabajando en malas condiciones en países tercermundistas. Para ello se reducirá las relaciones comerciales con Asía.