Arrojan nuevos datos que comprometen y mucho la reunión entre la farmacéutica y los responsables europeos
Los retrasos en la entrega de las vacunas de AstraZeneca en Europa están generando un intenso debate. Y lo peor es que siguen saliendo datos que ponen más gasolina al fuego abierto entre la farmacéutica y la UE. Porque hay todavía muchas cosas que no se han aclarado de los contratos que AstraZeneca tiene firmados.
En apenas unos meses, AstraZeneca ha pasado de saborear el triunfo que supone estar fabricando un producto que puede salvar a la humanidad, a experimentar las envidias que se generan. Porque el dinero que se mueve es muchísimo y los Gobiernos de cada potencia mundial presionan al máximo.
Las causas de los retrasos
Esta circunstancia ha llevado a varias de las plantas que AstraZeneca tiene por todo el mundo, a trabajar por encima de su capacidad. No hace falta ser experto en economía para saber que si se pide mayor producción del máximo que se sabe que se puede dar, existe la posibilidad de fracaso.
El CEO de AstraZeneca lo explica muy bien. Han tenido que elegir entre varias plantas para producir las vacunas de AstraZeneca. Unas plantas van muy bien y otras no tanto. Las que mejor van, llegan a producir hasta el triple de las plantas con problemas. Y la mala suerte ha querido que en una de las más problemas están teniendo, es la encargada de producir para Europa.
Contratos previos de AstraZeneca
A estos problemas en la producción hay que añadir el hecho de que Reino Unido solicitase las vacunas tres meses antes que la Unión Europea. Al menos eso dicen desde las altas esferas de AstraZeneca. Es decir, la UE, nuevamente, ha ido tarde a una cita vital.
En un principio no debía suceder nada, ya que las previsiones de AstraZeneca daban para todos. Sin embargo, una vez que la producción ha sufrido un importante retraso, los contratos que tenía AstraZeneca previos a la UE, deben ir por delante. Ahí está el problema principal. Pero habrá más capítulos de esta historia.