Multifuncional, estéticamente bien lograda y con personalización definida gana por lejos la puesta en escena
Ikea ha vuelto a salir a flote con uno de sus productos para el hogar. La compañía de origen sueco tiene un gran legado en ese aspecto, y ha intentado cambiar el concepto para ir dotando de mayor protagonismo sus elementos; de solo decorativos a multifuncionales como ha logrado imponer con su última lámpara de habitación.
El precio siempre fue una preocupación, pero ahora parece ir evolucionando a otros terrenos. La competencia con marcas como Leroy Merlin le han motivado a ello y la muestra fehaciente es la Symfonisk. Esta lámpara inteligente permite incluir un altavoz, y conexiones vía Wifi para poder prestar distintos servicios.
Con esta lámpara, Ikea pretende imponerse en un segmento en el que existe mucho de dónde agarrase
Lo primero que resalta al verla es su diseño, dividida en dos partes individuales que pueden ser elegida a concepción del usuario final. Viene en dos colores, blanco y gris, y hay que decir que ha resultado muy bien valorada por el sector que se encarga de analizar cada detalle.
En su base se encuentra un altavoz, que se conecta vía Wifi a Internet. Esto permite que se pueda crear un sistema de audio potente, inclusive volverlo estéreo con la inclusión de otra lámpara o un altavoz de Sonos, compatible perfectamente. Entre sus funciones está el poder escuchar música, podcast, y es perfectamente adaptable a cualquier ambiente. Solo necesita conectarse a la corriente y poco más.
Las formas de poder adquirirla en el mercado
Su precio actual es de 199 euros, pero cabe aclarar que si quieren adquirirla de manera separada esto es posible. En ese caso, su base, que es el altavoz como tal tiene un costo de 159 euros, mientras la pantalla de vidrio tan solo 40. Esto en los casos en que no sea necesaria la unificación y se permita para cumplir funciones independientes.
Ahora bien, si las pantallas de vidrio no son una elección indicada, Ikea ha diseñado una cortina que se comercializa por tan solo 30 euros. Una versión más económica, y que puede jugar con la intensión de cada cliente. No cabe duda que el futuro está orientado por allí, y las compañías están cada vez mejor adaptadas al cambio.